Lo hecho a mano, en casa, incluso a manera de pasatiempo, también tiene espacio en el mercado. Funciona si se sabe como dar el paso que convierta un gusto en un negocio. Ese camino ha sido estudiado y vivido por Deborah Marín, una emprendedora española de 31 años que decidió hacer artesanías, mejorar su técnica, exponerlas, hacer un catálogo, venderlas y luego generar más ganancias a través de dar consejos sobre cómo ella se convirtió en el creador y la marca de su empresa.
La opinión de Marín es recogida por una nota publica por diario El País en España. “Que subas los nueve collares que has hecho a tu Facebook para ponerlos a la venta no te convierte en una empresaria del handmade. Hay un abismo muy grande entre esto y aupar un negocio del Do It Yourself (DIY)”, aclara.
Ella, quien maneja el blog Dumbo Shop, tiene una tienda web de manualidades y sacó recientemente un libro (“Tu Empresa Handmade”), da consejos sobre estos pequeños emprendimientos donde el emprendedor es la marca, porque sus creaciones son el producto.
- Tu marca eres tú y tú eres tu marca. Tus productos dicen quién eres y cómo eres. Traslada tu personalidad a todo lo que hagas, empezando por el nombre, siguiendo por el logo y el packaging y acabando en tu página web.
- No hay diferencias entre vender ordenadores y vender handmade. Si gastas dinero pero no ganas dinero será solo un hobby, pero si gastas dinero para ganar más dinero, empieza a verse como una empresa.
- Inspirarse está muy bien, pero perder el tiempo no tanto. Aprovecha las redes sociales pero no dejes que se coman tu productividad, y sobre todo no bombardees a la gente sin ton ni son, ¡hay que ser siempre poco invasiva!
- No infravalores tu trabajo: ten claros los números, si no hay beneficio no hay nada.
- No dejes que nadie te diga qué tienes que hacer. No tengas miedo a equivocarte. Emprender tu propia aventura no deja de ser eso, una aventura.