Uno de los elementos más importantes de la identidad de una marca es su empaque, y por eso su desarrollo debe estar en armonía con las principales estrategias de una empresa. De esta manera se obtiene una identidad coherente entre la marca y sus productos. Lograrlo no es una tarea muy sencilla, pues se debe identificar qué aspectos del envase llaman la atención del usuario. Sin embargo, según estudios de marketing relacionados con este tema, de esos aspectos el color es el elemento más persuasivo.
La razón recae en una premisa natural: los seres humanos utilizamos más el sentido de la vista que los otros, ya que el 80% de la información que recibe nuestro cerebro proviene de ahí. Entonces, por ser el sentido dominante en nuestra cultura, los diseñadores se aprovechan de las formas, tamaños, colores y texturas para aumentar las ventas e influir positivamente en los consumidores.
El color afecta psicológica y económicamente a los consumidores al influir en sus estados de ánimo, memoria y sentimientos. Esto lo logra porque actúa en el subconsciente de las personas, y por ende, se dan casos en los que provoca reacciones en el estado de ánimo, eleva la presión arterial y hasta suprime el apetito.
Según Alessandro Cavelzani y Mark Esposito, psicólogos comunicacionales, los colores ya vienen interpretados por el consumidor; es decir, ellos ya han creado una asociación del color con un estímulo favorable, y probablemente eso afectará en sus decisiones de compra.
El estudio “Impact of Color in Marketing” (Impacto del color en el mercadeo, en español) de la Universidad de Winnipeg, Canadá, revela que hasta un 90% de los juicios realizados acerca de los productos pueden basarse sólo en el color del empaque.
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De ahí la importancia de su debido análisis previo a su implementación. Los colores tienden a cambian con el tiempo y con el tipo de culturas a las que se apunta. Por ejemplo, años atrás el color verde se lo relacionaba con el vómito u otras imágenes poco agradables. Ahora, evoca salud y naturaleza. O por ejemplo, en Hong Kong el color negro en un empaque tiene un significado de “calidad inferior”. Caso que en otros países del mundo evoca elegancia.
Importancia del color en el diseño del empaque
El color cumple tres tareas fundamentales en el packaging de productos.
- Construir la identidad del producto.
- Diferenciar visualmente el producto de sus competidores cuando está en el mostrador.
- Familiarizar el producto con los consumidores.
- Influir en las expectativas del cliente sobre lo que hay dentro del empaque.
- Influir en la percepción de los consumidores sobre la personalidad de la marca.
Cuando esto se logra, el color pasa desapercibido y el subconsciente simplemente graba una imagen agradable del producto. Sin embargo, cuando los colores chocan, el efecto es discordante y notable.