En el mundo de las monedas virtuales podemos encontrar diferencias significativas con el modelo financiero tradicional. Una de ellas, su valor, pero ¿qué lo determina realmente? Cada criptomoneda es un mundo.
El valor de estas divisas no está conectado al comportamiento de una economía en concreto, y depende de la oferta y la demanda.
A menudo se ve que los indicadores del precio del bitcoin (y de las acciones bursátiles) suben y bajen. Esto es una consecuencia de diferentes aspectos que entran en juego.
En este caso, el enfoque estará puesto en el bitcoin y se empezará por los elementos de más fácil comprensión, para luego pasar a los más técnicos.
Vivimos en un mundo dinámico, y eso repercute en la subida y bajada del valor y el precio que ponemos a todo, aunque a veces no seamos conscientes de ello. Ocurre con las criptomonedas, con las acciones y con cualquier producto.
Con respecto al bitcoin, la disponibilidad no se ve afectada por un banco u otro organismo central; el principal elemento de peso es la tasa de generación de bitcoins.
Éstos se crean a un ritmo establecido que puede ir más rápido o más lento, especialmente cuando sucede el halving, que es el evento en el que las recompensas de los mineros se reducen a la mitad.
El bitcoin, como todo recurso, es producto del trabajo de varias personas que usan distintas máquinas para crearlo. Esta labor se ve representada en el costo de producción, que abarca la electricidad, las computadoras, las unidades de enfriamiento para mantener baja las temperaturas de los equipos, etc.
Fuente: todostartups