“No tiene nada de malo ser un empleado, pero también existe la opción de convertirse en un empresario y para ello no puede pensarse sólo en obtener un cheque”. Con esa frase, Keith Cameron nutre su libro Las 10 diferencias entre empleados y emprendedores, en el que abona la discusión sobre lo que implica la decisión de emprender un negocio a diferencia de lo que significa ser un trabajador asalariado, que cada quince días o cada fin de mes recibe un pago fijo, sin importar si ha hecho crecer mucho o poco a la empresa para la que trabaja en la mayoría de los casos.
Para Cameron, las principales diferencias entre un empleado y un emprendedor son estas:
- La educación. Los hombres de negocios más exitosos del mundo conocen bien sus fortalezas y debilidades, por lo que los emprendedores que quieren seguir sus ejemplos empiezan por educarse y conocerse a sí mismos.
- El fracaso. Mientras que los empleados ven como algo sumamente malo al fracaso e intentan liberarse de la culpa, los emprendedores asumen la responsabilidad y lo entienden como un aprendizaje necesario para avanzar.
- Las soluciones. Un empleado se preocupa por solucionar los problemas que le afectan, sin pensar en si la solución que encontraron pueda causar molestias a otros en el futuro. Según Cameron, cuando un emprendedor soluciona un problema lo hace con una visión a largo plazo.
- La retroalimentación. Para Cameron, los emprendedores dan y reciben halagos, además de hacer correcciones. En cambio, este autor opina que los empleados no elogian y evitan a toda costa ser corregidos, porque decir que algo está mal hecho puede ser interpretado como un ataque personal.
- Los pretextos. Los emprendedores dicen ‘no más pretextos’, los empleados responden ‘no es culpa mía’. “Cada vez que esa persona se queja o busca justificarse, en esencia está diciendo: esto no es mi responsabilidad, sino de alguien más”, opina Cameron.
Si les han parecido demasiado drásticas las diferencias, pueden respirar tranquilos con la definición de Cameron de lo que es un emprendedor: él se refiere a ellos no solamente como personas que inician un negocio, sino también como personas que pueden aplicar la mentalidad que los caracteriza al beneficio de la empresa para la que trabajan.