Numerosos estudios lo han confirmado: en promedio, en muchas partes del mundo, los hombres siguen ganando más que las mujeres.

Las mujeres tienen menos probabilidades de ser empleadas que los hombres, alrededor de un 14% menos, en parte porque las mujeres dan a luz y es más probable que cuiden a sus hijos.

Lo que es menos conocido es que las mujeres tienen un 32% menos de probabilidades de trabajar a tiempo completo que los hombres y un viaje promedio al trabajo es un 20% más corto.

En un estudio con Wolter Hassink de la Universidad de Utrecht, utilizaron diez años de microdatos administrativos de Statistics Netherlands para examinar las diferencias en las experiencias de hombres y mujeres que habían perdido sus trabajos.

Razón de desigualdad de remuneración

Una razón importante sería que las mujeres dedican aproximadamente el doble de tiempo a las tareas domésticas no remuneradas y al cuidado de los niños que los hombres, lo que deja menos tiempo para el trabajo remunerado y los desplazamientos hacia y desde el trabajo.

Parte de la razón por la que las mujeres dedican más tiempo a las tareas domésticas que los hombres, pero ciertamente no la única ni la más importante, podría ser que en países como Australia y los Países Bajos el trabajo flexible está más disponible para las mujeres.

¿Qué se quiere decir con igualdad salarial por un trabajo de igual valor?

La igualdad salarial quiere decir que todos los trabajadores y las trabajadoras tienen el derecho a recibir igual remuneración por trabajo de igual valor.

Aunque el concepto es sencillo, lo que la igualdad salarial implica en realidad y cómo se aplica en la práctica ha resultado ser difícil. 

Las mujeres y los hombres deberían percibir la misma remuneración por un trabajo que es igual o similar, las mujeres y los hombres deberían percibir la misma remuneración por un trabajo que puede ser diferente de muchas formas, pero del mismo valor.

Esta distinción es importante porque los trabajos de las mujeres y de los hombres pueden implicar diferentes tipos de cualificaciones, capacidades, responsabilidades o condiciones laborales, y sin embargo ser del mismo valor y, por consiguiente, merecer el mismo salario.

La desigualdad salarial es un problema persistente y universal.

A pesar del importante progreso en la educación de las mujeres y de tasas de participación más altas de las mujeres en el mercado laboral en muchos países, el cierre de la brecha salarial de género avanza muy lentamente.

A este ritmo, llevará 257 años alcanzar la paridad económica de género.

Fuente: Forbes México

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