Existen dos indicadores claves en los economías latinoamericanas más internacionalizadas y estos son el volumen de las exportaciones y la capacidad de las empresas locales para invertir parte de sus capitales en comprar firmas extranjeras. Y en ambos aspectos, un grupo de países de la región lleva clara ventaja, según información publicada en BBC Mundo.
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Pese a que Brasil es la mayor economía de América Latina, México es la gran potencia exportadora de la región.
Según datos del gobierno mexicano, las exportaciones totalizaron $397.000 millones en 2014, un 4,6% más que el año anterior y superior a las de cualquier otra nación de la región.
Las economías latinoamericanas más internacionalizadas por su dependencia en el petróleo.
Brasil aparece en un segundo puesto con $247.000 millones, que vienen principalmente de la venta de petróleo.
En el tercer lugar está Venezuela, cuyas enormes exportaciones petroleras alcanzaron $127.000 millones en 2013; aunque es una cifra que se teme sea sustancialmente menor en 2015 y 2016, dada la casi total dependencia del país en las ventas del crudo y el continuo desplome en los precios internacionales de los hidrocarburos.
A continuación las economías latinoamericanas más internacionalizadas, pese a ser países pequeños.
Más allá de estas potencias exportadoras, hay otras naciones latinoamericanas con economías orientadas a los mercados externos, entre las cuales sobresale Chile (el cuarto lugar en América Latina), con ventas por $79.000 millones en 2013.
Pero sorprende más el éxito exportador de naciones mucho más pequeñas, como Costa Rica, que con apenas 5 millones de habitantes logró vender en 2013 $25.000 millones, representados en buena parte en bienes manufacturados de alto valor agregado. Lo que pone a la nación centroamericana como el campeón exportador de la región si se mide su desempeño per cápita.
Las economías latinoamericanas más internacionalizadas por su inversión externa.
Un aspecto relativamente nuevo de la globalización de las economías latinoamericanas es la disposición de sus firmas más representativas para invertir comprando firmas en el exterior, ya sea en los países vecinos o en otras regiones.
Las llamadas «multilatinas», empresas latinoamericanas que operan en múltiples naciones, son interpretadas como una muestra de la creciente sofisticación de estas economías.
Un informe de la Comisión Económica de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (Cepal) publicado este año, «La inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe», muestra a Chile como un campeón regional en la inversión de sus empresas más allá de sus fronteras.
En 2014 la inversión neta de empresas chilenas en el exterior llegó a $12.000 millones.
Mientras que la de México, otro campeón de multilatinas, estuvo por el orden de los $7.000 millones.
El caso brasileño es especial, pues mientras sus compañías invirtieron $19.500 millones en el extranjero en 2014, más que las otras naciones de la región, al mismo tiempo recibían $23.096 millones en préstamos netos de filiales en el exterior, según informa el reporte de la Cepal.
Lo que lleva a que, según la metodología de los organismos internacionales, el saldo neto de la inversión extranjera de las multilatinas brasileñas sea negativo.
