El viernes 14 de marzo, el Gobierno de EE.UU notificó su intención de renuncia al control sobre Internet. Con ello, busca que estas labores las efectúen sectores privados y otras partes interesadas.
“Damos la bienvenida al inicio de este proceso de transición para que toda la comunidad global pueda estar completamente incluida”, indicó Fadi Chehade, presidente de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN, por sus siglas en inglés).
De acuerdo al Gobierno de EE.UU, la decisión de renunciar al control sobre Internet es considerada una cesión ante la presión internacional, en especial por parte de la Unión Europea. Esto, debido a los escándalos de espionaje de las agencias de inteligencia norteamericanas (leer: Google está indignado por presunto espionaje).
El Departamento de Comercio de Estados Unidos mantiene la base de datos principal para los dominios de alto nivel como «.com« y «.net«, a más de las direcciones numéricas correspondientes. Sin embargo, ha delegado ese trabajo a la ICANN.
Según Chehade, el proceso estaría completo antes del vencimiento del contrato de gestión del ICANN con el Departamento de Comercio, en septiembre de 2015.
Países ya pedían a EE.UU cesión del control sobre Internet
Una de las razones por las que la mayoría de naciones pedían la cesión a este dominio estadounidense sobre el control de Internet reside en la posibilidad de que EE.UU pudiera bloquear páginas web por incumplimiento de los derechos de propiedad intelectual o por tener vínculos con organizaciones terroristas.
Además, la preocupación internacional sobre este control de Internet incrementó debido las revelaciones de espionaje efectuadas por la Agencia de Seguridad Nacional. Alemania y Brasil, por ejemplo, promovieron en la ONU una resolución para garantizar la privacidad y limitar la extensión del espionaje en las telecomunicaciones.
En los últimos meses, la Unión Europea ha estado insistiendo a EE.UU para que adoptara “pasos concretos y ejecutables” para permitir que la ICANN sea un organismo completamente internacional y libre de cualquier control específico.
El Departamento de Comercio de EE.UU quiere asegurarse de que la entidad que vaya a encargarse de la supervisión de la administración de Internet sea independiente y que garantice la seguridad y la libertad de la red.