Si eres como la mayoría de emprendedores que luchan constantemente con el tema de precios. Es algo común, pero a la vez difícil de resolver sin el contexto correcto.
¿Tienes clientes potenciales que debaten tus tarifas o precios? ¿Comparan tus precios con otros? O, peor aún, ¿te piden una rebaja?
Si es así, te están diciendo algo importante acerca de cómo te perciben en el mercado. Tus clientes potenciales quieren que sepas que:
- No eres único.
- El valor que ofreces no es claro o no es diferente.
- No encuentran razón para preferir tu negocio y para no preferir a la competencia.
Sin esa razón, tus clientes potenciales toman la decisión aprovechando el único elemento claro de comparación que les queda: el precio.
Tus clientes basan su decisión de compra en el precio porque es la forma más fácil que le has dado para comparar.
La solución es posicionarse de forma diferenciada para convertirte en un negocio «incomparable”. En otras palabras, la mejor forma de evitar competir por precio es no competir, sino enfocar los esfuerzos de mercadeo para que los clientes potenciales conozcan y entienda el diferenciador de tu empresa.
El valor percibido te puede hacer “incomparable” y convertir tu emprendimiento en un negocio más rentable.
Consejo #1: No te ofendas
Aún después de diferenciar la empresa, el producto o servicio, tendrás personas que buscan mejor precio. Las negociaciones son parte de cualquier negocio y en el tema de precio no hay excepción. Recuerda, solo porque una persona o empresa te pide rebaja no significa que debas hacerlo.
Ahora, solo debes entender cómo fijar el precio correcto y aprovechar estos tres consejos para aplicar tu nueva estrategia de precios.
Consejo #2: No intentes trabajar con todo el mundo
Intentar ser todo para todos nos convierte en nada para nadie. Educa a tus clientes potenciales sobre el diferenciador de tu negocio, agrégale un poco de exclusividad o escasez donde tenga sentido. Una forma fácil de iniciar con esto es indicar quienes NO deberían ser clientes de tu negocio, quienes no entenderán, valorarán, o deberían de buscar lo que ofreces. Debes tener claro que tu negocio no es para todo el mundo y todo el mundo no es para tu negocio.
Hay clientes que no estarán dispuestos a aceptar la diferenciación o el valor adicional de tu empresa aun cuando lo hayas demostrado. Estos son clientes que solo buscan precio y hay que recordar:
«El cliente que llega por precio se va por precio, y siempre hay alguien más barato».
Consejo #3: Tienes que estar dispuesto a perder un cliente
No todos los clientes son buenos para el negocio. Seguramente tienes clientes que no son beneficiosos para tu negocio, que exigen sin medida y aún así parecen nunca quedar contentos. Hay clientes que no pagan a tiempo y hay clientes que simplemente no pagan. Hay clientes que encontraron en tu negocio la solución equivocada a su necesidad o problema, y te lo cobrarán caro con su insatisfacción y mala referencia.