Este jueves 28 de noviembre se llevó a cabo la colocación de la primera piedra para la construcción de los edificios Midtown 300 y 700 en el centro comercial de Samborondón.
El megaproyecto se ubica en el kilómetro 1.5 de la vía a Samborondón, cercano a centros comerciales y bancos. Según el alcalde Juan José Yúnez, esta iniciativa aterriza en el nuevo centro financiero y comercial de la ciudad.
Midtown 300 y 700 albergarán locales comerciales, apartamentos de hasta tres dormitorios, oficinas y una gama de comodidades como piscina, gimnasio, cine y áreas de coworking.
Felipe Bernal, director general de Pronobis, empresa impulsora del proyecto, mencionó que es una propuesta para quienes buscan un estilo de vida moderno pero con la comodidad de tener todo cerca y al alcance. La construcción de esta obra sigue el concepto de ciudades de 15 minutos, afirmó Bernal.
Además del inicio de la construcción de los dos edificios, que se espera que estén listos para su ocupación en diciembre de 2025, también se dio el pistoletazo de salida para Midtown 200.
Este es un edificio semicircular. Proporcionará una combinación de espacio residencial, de oficinas, clínico y comercial en un solo edificio.
Los apartamentos de 1, 2 y 3 dormitorios con superficies entre 66 y 128 metros cuadrados contarán con amplias terrazas y buena iluminación.
Los tres nuevos desarrollos del macroproyecto Pronobis se construirán en un área de 55.000 metros cuadrados y representarán una inversión de US$ 85 millones.
Durante la ejecución de esta parte del proyecto, se espera que se creen 400 puestos de trabajo directos y alrededor de 1.200 indirectos.
El alcalde de Samborondón, Juan José Yúnez, enfatizó que proyectos como este, dentro de la planificación existente para el crecimiento de la ciudad, son un ejemplo que no sólo puede generar problemas habitacionales, sino que también, dentro del mismo uso de suelo, puede crear oportunidades de uso mixto para tener.
“Donde hay comercio, donde hay diversión, donde hay lugares donde se puede vivir y trabajar sin tener que utilizar un vehículo. Creo que esto pasa en todas las ciudades del mundo y Samborondón no puede ser la excepción”, explicó. (I)