Llamar la atención de los consumidores puede ser complicado, y más aún con un producto aburrido como una aspiradora. Entonces, ¿cómo lograr que nos paremos, literalmente, por la calle a contemplar un producto? La agencia Saatchi & Saatchi dio en el clavo con esta ingeniosa campaña.
El reto: hacer que la gente se fije en un anuncio de una aspiradora. Ni la marca, Samsung, conocida por todos, iba a ayudar. Una aspiradora, al fin y al cabo, es una aspiradora. Da igual quién la fabrique.
¿Qué hacer? A Saatchi se le ocurrió subir el aparato a lo alto de una marquesina en plena calle y crear un sistema que sincronizara el momento en el que los carteles saltan de uno a otro con el encendido de la aspiradora. Esta, con su «potencia extrema de succión» (su principal diferenciador), logra que el cartel de Samsung vuelta a su sitio.
El ruido, lo inusual de ver un electrodoméstico encaramado a una marquesina y el juego visual de pensar que es la aspiradora la que mueve los carteles, hizo el resto. Resultado: cientos de transeúntes parándose a ver y fotografiar el invento.