Los emoticones, esas figuras que demuestran alegría, tristeza, enojo, preocupación, enamoramiento y cansancio, y que invaden nuestras conversaciones digitales en redes sociales; son capaces de expresar emociones sin necesidad de escribir una sola palabra. Hoy en día son tan populares por su capacidad de sintetizar emociones de manera gráfica.
Las marcas, por supuesto, no se han quedado atrás en esta tendencia. Algunas compañías han optado por incorporar los emoticones en la estrategia de marketing para comunicar, añadiéndolos a sus mensajes de redes sociales con la finalidad de generar un acercamiento con sus seguidores.
Ciertamente, esta es una manera novedosa y atractiva para promocionarse. Pero, ¿cómo usar emoticones en la estrategia de marketing sin caer en lo ridículo?
Congruencia con la esencia de la marca
Si vas a incorporar emoticones en los mensajes de tu marca, evita hacerlo «sólo porque sí». Cada una de estas figuras deberá guardar relación con la esencia de tu marca. Si tienes un negocio dirigido a novias, un emoticón enamorado atraerá muchos likes, pero si buscas promocionar un servicio de contenidos editoriales, quizá una figura de éstas podría hacerte parecer poco forma. Por eso, antes de emplear un emoticón, analiza tu marca y tu público.
Claridad en el mensaje
Los emoticones deberían aportar algo a tu mensaje, y no al revés. Úsalos para expresar emociones claras y no para añadir «misterio» a aquello que quieres comunicar. De lo contrario, tus clientes podrían sentirse confundidos… y tu estrategia no habrá cumplido su objetivo.
No dejes a un lado el texto
Recuerda: los emoticones deberían complementar tu mensaje, y no ser el mensaje en sí. Por lo general, acompaña tus mensajes que contengan emoticones con un texto.
Úsalos con mesura
Es cierto que los emoticones son buenísimos para establecer una conexión más informal e íntima con tu marca, pero ¡cuidado con usarlos demasiado! Tus mensajes podrían parecer forzados y tus usuarios podrían sentirse atosigados. Úsalos con discreción y mucha inteligencia.