A breves rasgos, un millennial es considerado todo un cuestionador, enérgico, realista, tecnológico y prefiere sentirse sumamente útil en el campo en que se desenvuelve en vez de darle mayor importancia al dinero. Su actitud es ampliamente distinta a sus predecesores: La generación X, los baby boomers y, más décadas atrás inclusive, los tradicionalistas.
Estos son hombres y mujeres nacidos entre 1980 y 2000.
Para Jimmy Andrade, director ejecutivo del Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible del Ecuador (Cemdes), es necesario conocer a los millennials ecuatorianos porque son los que ya están asumiendo roles en los distintos sectores de trabajo. Razón por la que esta institución ha hecho un estudio sobre los millennials y cómo esta generación puede cambiar los objetivos de las empresas y el desarrollo sostenible del Ecuador.
“La empresa debe entender cómo manejar la diferencia generacional que hay entre los jóvenes y quienes tienen años trabajando. Si no lo hace, esto puede, en un momento determinado, generar un nivel de inconformidad y diferencias de punto de vista sobre un mismo tema que la empresa maneja en ese momento. Conocer sobre los millennials ayuda a evitar conflictos”, expresa.
“El millennial en términos generales es igual: irreverente, impulsivo, tecnológico y le gusta asumir riesgos, pero el ecuatoriano -sostiene Andrade- tiene la particularidad de que aún es de su casa; o sea, todavía le gusta estar con su familia. No es de los que abandonan su hogar apenas tienen empleo”. A resumidas cuentas, al millennial ecuatoriano le cuesta todavía ser independiente en ese único aspecto, aunque la mayoría, según resultados del estudio, aporta a la economía doméstica.
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Intereses de los millennials ecuatorianos, según el estudio.
El estudio tiene cuatro aristas: La parte académica, tema de emprendimiento y lo laboral, desarrollo sostenible y comunicación. Sobre este último punto, Horacio Chavarría, de la empresa publicitaria Veritas DDB, afirma que a esta generación le interesa que las marcas no solo les vendan un producto si no también saber qué hace la marca por las comunidades y su entorno.
Para llegar a un millennial «hay que comunicarse de forma creativa e inteligente. La comunicación debe contener valores importantes como el cuidado al ambiente, el uso apropiado de la tecnología como algo que les ayudará a hacer más cosas a la vez y la preocupación por los derechos humanos», relata Chavarría, quien formó parte del estudio.
Así mismo la excelencia académica es una expectativa muy buscada, 58% de los encuestados lo confirman, existe el ideal de romper esquemas, el no querer hacer lo mismo que sus antecesores, ellos se identifican con gente con la misma visión de liderazgo, pasión y libertad por hacer las cosas.
Si hablamos de lo laboral, los millennials ecuatorianos no buscan empleos de largas jornadas, les gusta sentir que han completado sus metas, por lo que buscan un trabajo con retos y proyectos que no sean de largo alcance porque se desmotivan. Emprender los empuja mucho más cuando no encuentran estabilidad laboral o con pocas oportunidades de crecimiento, así lo confirman 45% de encuestados, sin embargo 81% de menciones confirman que la falta de acceso a planes de financiamiento es una de las principales dificultades que perciben para poder emprender.
«En cuanto al uso de la tecnología, sabemos que más del 60% de los celulares en el mercado ecuatoriano son smartphones. ¿Qué significa esto? Este tipo de celulares les permiten utilizar herramientas con capacidad para ver videos, imágenes, textos. Esencialmente por ahí se comunica el millennial», dice el estudio. De modo que, algo que podría desanimarlos es trabajar en un lugar donde la tecnología es obsoleta o está prohibida; de hecho, podrían considerar a la empresa como anticuada y poco innovadora. Por eso es recomendable permitir que las redes sociales y la tecnología sean activas en el negocio y que ellos las utilicen como herramientas de trabajo.
Los millennials ecuatorianos, en tanto, tienen también sólidas aspiraciones al momento de buscar una empresa. El 69% de los encuestados coincide que debe tener un buen ambiente de trabajo;, el 53%, que paguen sueldos justos, el 40% que sea una institución innovadora en lo social, ambiental y tecnológico.
El 21% quiere que la empresa le permita el desarrollo personal y que también tenga horarios flexibles. «Los jóvenes millennials valoran mucho los feedbacks de sus superiores, respetan a sus jefes de otras generaciones por su amplia experiencia, pero también quieren ser escuchados con nuevas propuestas, nuevas ideas, y disfrutar de lo que hacen. Se mueven por motivaciones», concluye el estudio.