Al momento de prestar dinero u ofrecer crédito, suelen surgir una serie de interrogantes en nuestra mente. ¿Me pagarán?, ¿Cuál es el riesgo de que no me pague?, ¿Existirá alguna forma de volver más seguro al préstamo?, y muchas más que suelen aparecer de manera espontánea. Es importante recalcar que un préstamo es el balance entre la confianza y el riesgo. Mismo balance que se mantiene estable gracias a la información.
Si de alguna forma, no se pudiera obtener información necesaria y completa, prestar sería una acción de mucho cuidado. Ya que el no contar con el conocimiento necesario provocaría que el nivel de riesgo aumente de manera exponencial. Si en algún momento quieres prestar dinero o que te presten, es importante tener en cuenta a una fuente de información confiable, como el Buró de Crédito. Instituciones que se encuentren en la capacidad de brindar toda la información necesaria sobre el préstamo y sus abonos mensuales.
Antes de eso, quien esté al frente del préstamo deberá brindar su aprobación para que la institución elegida pueda acceder a la información privada y así realizar los reportes pertinentes. Prestar es una acción que debe llevarse con responsabilidad, además de que no cualquiera puede acceder a un crédito. Para ello, existe algo fundamental que sin duda será lo que impulse al prestamista a acceder a prestar. Se trata del reporte de crédito, considerado como la carta de presentación para todos aquellos que buscan ser acreditados. Allí se detalla toda su información, si paga mes a mes con puntualidad, si se atrasó o si se encuentra endeudado.
Fuente: Forbes