La ética de las empresas existe en la medida en que está en cada uno de sus trabajadores y el tono que un directivo promueve, fomenta o inhibe con su presencia. A la hora de diseñar un programa de cumplimento normativo y ética, creo que son necesarios:
Cómo crear un programa de ética laboral
1. Crear una cultura de cumplimiento… para dirigir mejor. Claro que hay que cumplir la ley, los códigos de buena conducta, etc. Pero el énfasis se tiene que poner en que eso tiene que servir para dirigir mejor. Si no, estamos desperdiciando una gran oportunidad.
2. Por eso, el programa tiene que estar enfocado a la resolución de problemas, que tienen o pueden tener los empleados y directivos de todos los niveles. ¿Cumplir? Sí, pero es para que la gente se maneje bien con sus obstáculos.
3. La integridad es una fortaleza de nuestro negocio. O, generalizando el caso, la Responsabilidad Social es una fortaleza. No compensa ni a corto ni a largo plazo intentar manipular el sistema para el propio bien.
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4. Demostrar la confianza en tu propia gente. No perseguir a las personas, sino a las conductas inconvenientes. Tampoco mirar hacia otro lado. Como se tiene que montar mecanismos de control, es necesario explicar claramente cuáles son, para qué y cómo actúan: no van contra las personas, sino que les ayudan.
5. Todos estamos implicados. Nadie es perfecto, y menos aún el Presidente del Consejo o el CEO. No hay gente de primera y gente de segunda.
6. Contar con tu gente. Preguntarles, perder el tiempo con ellos, que cuenten lo que hacen (también lo que hacen mal). Hay que ponerse a su nivel para enterarse de lo que pasa en la empresa.
7. No luchar solo. Aprender de otros, pedir ayuda (esto no es un desprestigio).
8. El programa nunca estará acabado, siempre se puede mejorar.