Muchas veces el ego que proyecta una persona puede dañar su imagen e incluso perjudicar su trabajo. A continuación te decimos cómo puedes controlar tu ego cuando estás en el mejor momento de tu vida laboral; recuerda que una persona humilde es más consiente a la hora de hacer negocios.
5 tips para controlar tu ego
1. Aprende a soltar y a insistir
Muchos maestros de yoga dicen que cuando «sueltas tus miedos» encuentras el camino. Para varios emprendedores puede ser difícil colaborar con alguien que no tiene «tu misma visión» o simplemente hace las cosas de diferente manera (no necesariamente mal). El mejor consejo es el siguiente: Insiste cuando te des cuenta que algo NO está funcionando y evita hacerlo cuando algo/alguien NO te gusta. Hay que diferenciar el «Me gusto/No me gusta» del «Está bien/Está mal».
2. Ego saludable vs Ego destructivo
Tu logros son tus logros, pero no los divulgues con soberbia. Estar orgulloso de lo que haces es lo mejor que todo emprendedor puede hacer, lo malo está en derrochar elogios narcisistas. Ten en cuenta que cuando tienen una reunión de negocios debes sacar las mejores caras de tu negocio, recalcamos, de tu trabajo no de tu persona.
3. Lee libros de liderazgo
«Tener un ego elevado es sinónimo de miedo», así aseguran varios libros de coaching de vida. Los emprendedores novatos suelen preocuparse excesivamente de lo que dicen los empresarios o emprendedores de trayectoria, pero ¡No te preocupes! Lee libros de CEO’s o materiales que aporten a tu mente, trabajo y espíritu.
4. Los pies sobre la tierra
¿Cómo será nuestro futuro? o ¿Cómo alcanzaremos nuestras metas?, son ideas que constantemente recorren la cabeza de los emprendedores. Muchos jóvenes novatos en el mundo empresarial se llenan de estrés pensando en el futuro y no se enfocan en el presente.
Actividades como el yoga, la meditación, el ejercicio y escuchar música ayudarán a que se vuelvan a conectar con sus verdaderos objetivos.
5. Ayudar a los demás
Una de las mejores terapias para controlar tu ego es haciendo voluntariado. No importa el tiempo que haga o la cantidad de obras que hagas, conectarte con la realidad te hará asentar lo pies y dejar de lado los paradigmas.