Esta semana, una nueva polémica enfrentó a Silicon Valley y las grandes empresas de tecnología, con el presidente de Estados Unidos por la firma de un decreto que restringe la entrada de diferentes inmigrantes -incluso aquellos residentes documentados- desde siete países de mayoría musulmana, como también por medio del programa de refugiados.
Mientras la mayor parte de los jefes de corporaciones estadounidenses permanecieron callados frente a las restricciones migratorias impuestas por Donald Trump, los líderes de Apple, Google, Facebook y otros más se tomaron rápidamente las redes sociales para protestar. Principalmente, porque el sector de tecnología es uno de los empleadores más importantes trabajadores extranjeros en Estados Unidos.
Uno de los primeros en opinar sobre la medida fue Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook, quien mostró su preocupación ante este mandato presidencial. Al respecto, el ejecutivo le recordó al presidente Trump que Estados Unidos “es una nación de inmigrantes…Los padres de Priscilla (su esposa) fueron refugiados provenientes de China y Vietnam. EU es una nación de inmigrantes, y deberíamos estar orgullosos de ello”, comentó el joven CEO en su perfil oficial de la red social.
“Necesitamos que el país sea seguro, pero deberíamos hacerlo centrándonos en la gente que realmente supone una amenaza”, apuntó Zuckerberg, quien considera que expandir ese veto a personas inocentes “haría que todos los estadounidenses estén menos seguros al desviar recursos” y provocaría que millones de indocumentados “vivan con miedo a ser deportados”.
Al CEO de la red social se sumó rápidamente el presidente ejecutivo de Google, Sundar Pichai, nacido en la India. El directivo, envió un correo electrónico a los empleados de su compañía, especialmente para que aquellos en el extranjero regresaran inmediatamente a EE.UU. En tanto, dentro del texto, pidió que quienes estaban en Estados Unidos y podían verse afectados por la prohibición, no salieran del país.
Además, Pichai aseguró que la empresa se encuentra “enfadada” con el impacto de esta orden y “con cualquier otra propuesta que pueda imponer restricciones a los «Googlers» y sus familias, o que pueda crear barreras para traer talento a Estados Unidos”. Un mandato que solamente en el gigante de Internet podría afectar a cerca de 200 trabajadores.
Google cofounder Sergey Brin at SFO protest: «I’m here because I’m a refugee.» (Photo from Matt Kang/Forbes) pic.twitter.com/GwhsSwDPLT
— Ryan Mac (@RMac18) 29 de enero de 2017
No obstante, Pichai no fue el único ejecutivo del gigante de Internet en participar en las protestas. A él se sumó el cofundador de la empresa, Sergey Brin, quien fue parte de las manifestaciones que se realizaron en el aeropuerto de San Francisco contra esta medida. «Estoy aquí porque soy un refugiado más«, dijo el ejecutivo nacido en Moscú.
Junto a estos ejecutivos, también protestó el presidente ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, quien señaló en su perfil de Facebook: «Las acciones de Trump están perjudicando a los empleados de Netflix en todo el mundo y son tan antiamericanas que nos duelen a todos. Estos actos harán de América un lugar menos seguro, en lugar de lo contrario (…) es tiempo de unir nuestros brazos para proteger los valores estadounidenses de libertad y oportunidad».
También se sumó Tim Cook, el CEO de Apple, con el envío de una carta a los empleados expresando que el decreto de Trump «no es una política que apoyemos» y prometió ayudar a los trabajadores que se vean afectados. Cook, recordó que la compañía de la manzana, la de mayor valor por capitalización del mundo, no existiría si no fuera por los inmigrantes. ¿Por qué? La empresa fue fundada por Steve Jobs, cuyo padre biológico era precisamente un migrante sirio.