Digamos que la situación es esta: te has enterado de un emprendimiento novedoso del que quieres formar parte y estás redactando tu currículum vitae para aplicar a una vacante. Si en realidad esperas tener oportunidades en el proceso de selección, necesitas que ese CV en el que trabajas sea, parafraseando a don Vito Corleone, una oferta que nadie podría rechazar.
¿Incluiste que tienes capacidad de trabajo en equipo? ¿Pusiste que eres confiable y dedicado? ¿También que siempre estás orientado a los resultados? Pues si has incluido estos detalles, haces mal. ¿Por qué? La periodista mexicana Ivonne Vargas, quien escribe sobre temas empresariales, te lo puede explicar mejor, ya que en un artículo señaló cuatro clichés que abundan en los CV del mundo. Los emprendedores ecuatorianos los pueden tener en cuenta ¿o no les resultan familiares?
Cliché 1. Decir que eres bueno para el trabajo en equipo. No caigas en la tentación de decir este concepto que se está quedando obsoleto en la actualidad, donde toda empresa espera que sus colaboradores puedan unir fuerzas. Solución: la experiencia. Es decir, en lugar de poner “soy bueno para trabajar en equipo”, válete de lo que has hecho antes, en concreto, algo como “laboré antes con un equipo de 10 personas y juntos logramos estos resultados para el negocio…”.
Cliché 2. Decir que desarrollaste el proyecto… Sabes, a todos los contratan para desarrollar un proyecto, ya sea atendiendo una caja o implementando un nuevo sistema de ventas, proyectos al fin. Solución: los resultados. En vez de enfocarte en qué proyecto hiciste, en tu CV habla de la forma en que ese proyecto mejoró tu empresa. Aunque debes ser breve, no ahorres resultados ni estadísticas que hayas conseguido.
Cliché 3. Decir que estás orientado a los resultados. Hay un problema básico con esta frase: la conoce cualquier reclutador. Es decir, la lee a diario, en decenas de otros CV que llegan a su escritorio. Solución: de nuevo, resultados. Si tanto te enfocas a los resultados, no lo digas, demuéstralo. Escribe qué resultados has obtenido en tus trabajos anteriores.
Cliché 4. Decir que eres confiable y dedicado. Ajá ¿crees que contrarían a alguien que no lo fuera? Esto, definitivamente, no es un rasgo diferenciador, sino uno común, que cualquier empleado debe tener. No vale la pena siquiera mencionarlo, hasta podrías generar sospechas. Solución: recomendaciones. Si tus anteriores jefes, o hasta profesores respetables de la universidad, te recomiendan, eso sí será un ejemplo de confiabilidad.