Dice el refrán que «a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija», y arrimarse a buenos árboles es precisamente lo que ha sabido hacer Steve Sims con su negocio. Sims se dedica a cumplir los sueños de famosos y millonarios desde los años 80 a través de su compañía, The Bluefish. Desde una cena privada en la Galería Uffizi de Florencia junto al David de Miguel Ángel, hasta un concierto privado tocando hasta los Journey, Sims puede hacer realidad casi cualquier deseo. A continuación te revelamos sus cinco claves para los negocios.
No utilizar nunca un «no» como respuesta. Sims considera que hay que ponerle pasión a la vida, empeño y esfuerzo por conseguir las cosas y asegura que cuando observa la satisfacción de uno de sus clientes, eso le anima a seguir luchando por hacer realidad los retos que le proponen los siguientes clientes.
Filtrar a los clientes con el «test de Chug». Para Sims, filtrara a sus clientes es muy importante. El test de Chug es muy sencillo, simplemente se trata de identificar qué clientes son arrogantes y detestables mediante una sencilla reflexión: «si veo a ese cliente por la acera de enfrente, ¿me paro a hablar con él e incluso comparto un whiskey con él, o hago lo posible para que no me vea y huyo rápidamente?». Si la respuesta es la primera opción, ese es el cliente con el que merece la pena trabajar.
Ser humilde y no tratar de ser lo que no eres. Después de muchos años de trabajo, Sims ha llegado a la conclusión de que la autenticidad es muy valorada en las altas esferas al contrario de lo que pueda parecer. En un mundillo plagado de apariencias y parafernalia, Sims considera que ser humilde y no tratar de saber todo y no ocultar tus defectos puede hacer que los demás te valoren mucho más por sencillo y auténtico.
No darse por vencido. Los errores están ahí para cometerlos, pero de ellos se aprende y eso Sims los tiene muy claro, nunca se da por vencido. A Walt Disney le negaron la financiación de Disney World 300 veces y ahí está ahora el parque temático en pie. Sims tiene claro que hay que levantarse de cada caída y volver a intentar las cosas con más fuerza si cabe.
La cruda realidad siempre es mejor que una mentira. Sims considera imprescindible la sinceridad con el cliente cuando hay problemas, porque por muy bien que queramos hacer las cosas, los imprevistos existen y es mejor comunicarlos que ocultarlos. Sims considera que la sinceridad con el cliente en los malos momentos hace que, a largo plazo, te respete aún más.