Emprender a los 20 años tiene sus ventajas, es cierto, pero también tiene sus cosas negativas. Según el emprendedor y autor de libros sobre la materia, Jason Nazar, hay una serie de cosas que por lo general no entiendes hasta antes de llegar a los 30. Y no es que esa sea una edad mágica, sino que considerando que hayas emprendido en tus 20, recién cinco años después de atravesar el Valle de la Muerte de toda empresa, que dura más o menos cinco años, podrás decir que tienes una amplia experiencia del mercado en el que te desenvuelves. Y esa experiencia trae consigo algunas revelaciones. En este artículo exponemos algunas de las claves para emprender que encontró Nazar a los 30, pero hubiera necesitado saber una década antes.
- El tiempo no es un commodity ilimitado. Es común creer que cuando tienes 20 años aún te queda un mundo de oportunidades por delante. Sin embargo, el tiempo nunca regresa y las oportunidades rara vez lo hacen, así que no las desperdicies.
- El talento está sobrevalorado. Nadie te da medallas por ser talentoso, pero quizás te den alguna por convertir ese talento en resultados. Eso es lo que importa a final de cuentas. ¿Preferirías trabajar con un genio incapaz de generar réditos o con un trabajador no muy brillante capaz de vender arena en el desierto?
- Las mañanas importan. El sueño de muchos emprendedores jóvenes es manejar su propia empresa para ir a trabajar a la hora que se les antoje. Nunca levantarse temprano. Aquí hay un desafío: las personas solemos ser más productivas en las mañanas. Y aunque tú no lo seas, tu horario no es lo único que importa.
- Las redes sociales no son una carrera. Saber de redes sociales es saber sobre una rama del marketing digital, no más. Necesitas los conocimientos del marketing tradicional para luego, si lo crees necesario, dinamitarlos por algo nuevo. Pero nunca podrás crear algo nuevo si no sabes qué había en el pasado. Eso ocurre con las redes sociales.
- Habla con la gente. Las personas hacen negocios, así que deja de esconderte detrás de una computadora. Debe ser tu primer instinto hablar con inversores, socios, clientes, no el último.
- Sé el primero en llegar y el último en irse. Si has fundado una empresa, tú tienes más que hacer que todos tus colaboradores. Así que llega a la oficina antes que el primero de ellos y márchate después del último. Siempre vas a tener mucho trabajo, no lo olvides.
- Necesitas mentores profesionales. Una de las formas de tener éxito es imitar el camino que forjaron otros. No copies exactamente lo que hicieron, pero busca al menos a tres personas que están donde tú quisieras estar y analiza cómo llegaron ahí.
A pesar de que son percepciones, algunas de ellas son bastante comunes. Y en ningún caso está de más recordarlas. Así que, ¿qué otras claves para emprender hubieras querido saber a los 20?
