Después de que las agencias de inteligencia estadounidenses no lograron predecir correctamente si el gobierno de Saddam Hussein había desarrollado armas de destrucción masiva en Irak, EE.UU. organizó una competencia para tratar de concebir mejores técnicas de predicción. El éxito de uno de esos equipos, encabezado por el investigador de la Universidad de Pensilvania Philip Tetlock, puede enseñar a los inversionistas lecciones útiles sobre cómo pensar acerca del futuro financiero. Algunos de estos principios, adoptados de su nuevo libro, Superforecasting.
1. Establezca una tasa base
Compare. Establezca una “tasa base”, la frecuencia histórica típica o la severidad de un desenlace que trata de pronosticar al elegir una clase similar de eventos del pasado como referencia. Muy pocas situaciones son únicas; piense a fondo sobre el tema en cuestión y es probable que descubra los precedentes históricos. En lugar de tratar de adivinar lo que ocurrirá con las acciones si las tasas de interés suben un punto porcentual, estudie una muestra de alzas de tasas de interés, tome el promedio del desempeño bursátil y úselo como su suposición básica.
2. Sea específico
Sea honesto respecto de su ignorancia. No diga: “Creo que las acciones de mercados emergentes son baratas en este momento”. En lugar de ello, diga: “Existe una probabilidad de 80% de que las acciones de los mercados emergentes suban al menos 25% en los próximos 12 meses”. Cuando aparezca nueva información relevante, ajuste su predicción en forma incremental.
3. Considere la opción opuesta
Invierta. Evalúe lo contrario y pregunte qué información necesitaría si tuviera que prever una caída de al menos 25% de los mercados emergentes en los próximos 12 meses. Estúdiela, absórbala y vea si es necesario revisar su proyección original.
4. Diversifique sus fuentes de información
Encuentre una variedad de fuentes de noticias y análisis en términos de puntos de vista, intereses particulares y origen geográfico. Résteles importancia a las fuentes que acuden al lenguaje del exceso de confianza con palabras como “además”, “claramente”, “cierto” o “imposible”. Preste más atención a las fuentes que reconocen su incertidumbre con términos como “sin embargo”, “pero” y “por otra parte”.
5. Mida todo
Escriba en detalle el razonamiento detrás de sus previsiones. Cuando acierte, no se limite a celebrar; revise sus apuntes para determinar si estuvo en lo cierto por la solidez de sus argumentos o simplemente tuvo suerte. Cuando se equivoque, compárelo con otros errores para ver si hay patrones en común. Si no evalúa cada aspecto importante de sus proyecciones, jamás mejorará.