La vida de Estados Unidos estaba conmocionada, era el 22 de noviembre de 1963. A las 12:30 horas, la persona más importante de este país desfilaba por las calles más importantes de Texas; en medio del bullicio, los disparos se dejaron escuchar. El presidente John F. Kennedy había sido atacado tras una visita política al estado. Media hora después, los medios daban la noticia: el presidente había muerto.
Nunca se había visto un fenómeno parecido en ese país, la gente lloraba impactada mientras escuchaba la noticia por la radio o la televisión, su líder más representativo había muerto.
Para muchos especialistas, la muerte de John F. Kennedy ocurrió en el momento y espacio adecuados para la historia de EU y resultan indiscutibles su carisma y liderazgo para gobernar.
En su libro “El liderazgo a través de la historia”, Nacho Soriano, conferencista e historiador nos habla sobre cuáles fueron los principios que impulsaron la reputación e historia de este personaje que bien podrías analizar para implementarlo en tu propio liderazgo y en tu negocio.
Las diez claves del liderazgo de John F. Kennedy:
1.- Sentido de pertenencia. Orgulloso de ser estadounidense y de pertenecer a una de las familias más polémicas de ese país, John F. Kennedy era el representativo de un hijo amado y responsable.
Para un buen líder, sentirse identificado con su organización y sentir que pertenece a ella y su cultura organizacional, es primordial para caminar en un solo sentido. De esta forma las ambiciones profesionales del líder irán de la mano con las ambiciones productivas de la empresa.
2.- Independencia. Su historia política fue polémica desde sus inicios. Sabía que depender de un partido lo marcaría por toda su historia, al analizar los contras de esta decisión, este personaje decidió financiar, por sí solo, su primera campaña política. Estos aires de independencia lo marcaron como un personaje político diferente a lo que estaba acostumbrada la sociedad demócrata.
Un buen líder va encaminado con los objetivos organizacionales, pero siempre tendrá marcada su personalidad y carisma, esto es fundamental para imponer su figura.
3.- Cautela. Para John F. Kennedy las formas eran lo primero. Su figura pública cautivó la visión de toda una nación gracias, en mayor parte, al reflejo de una prensa anonadada. Años después de su fallecimiento, las historias turbias de la familia presidencial se dieron a conocer, sin embargo, el poder de liderazgo que había dejado fue más fuerte que aquellas historias.
Un líder debe ser cauteloso con sus colaboradores, clientes, proveedores y socios. La vida profesional debe estar por encima de la personal a la hora de hablar de negocios, para un buen líder, es importante separar estas dos personalidades sin dejar de ser humano.
4.- Comunicación. Para muchos fue el momento decisivo para colocarse en la Casa Blanca. El debate presidencial antes de las elecciones fue fundamental para crear una conexión con su gente. De acuerdo con Soriano, su capacidad de oratoria y no verbal (mirada directa a la cámara, actitud con energía y confianza) derrotaron a su contrincante Nixon.
La comunicación es fundamental en una compañía, la retroalimentación constante y efectiva debe de existir en todos los rangos, de esta forma, la visión de la organización será transmitida a todos sus integrantes.
5.- Trabajo en equipo. “Un hombre inteligente, lo es, porque se rodea de gente más inteligente que él» comentó Kennedy en algún momento de su vida política. Para este líder, rodearse de gente preparada era la clave para encontrar la solución a los problemas.
En una organización, la preparación constante de sus colaboradores asegura el éxito de la empresa. Para expertos en temas de RRHH, el trabajo en equipo es primordial para la toma correcta de decisiones.
6.- Preparación. El trigésimo quinto presidente de EE.UU era reconocido por sus amplios conocimientos, su capacidad de aprendizaje y su postura galante. Era una persona que se empapaba de información y que sabía decir lo correcto en el momento adecuado.
Para la formación de un buen líder, la preparación continua es fundamental. Sabe lo que sucede dentro y fuera de su empresa dará inmensas ventajas en la competencia del mercado.
7.- Innovación. Así de sencillo, sin Kennedy el hombre no hubiera llegado a la luna. Desde sus inicios como presidente, la idea de crear una potencia tecnológica que rebasara a Rusia (país que llevaba la batuta científica en la tecnología del espacio) dominó en su mente.
“Primero, creo que esta nación debe asumir como meta el lograr que un hombre vaya a la Luna y regrese a salvo a la Tierra antes del fin de esta década. Ningún otro proyecto individual será tan impresionante para la humanidad ni más importante que los viajes de largo alcance al espacio; y ninguno será tan difícil y costoso de conseguir”.
En la actualidad, la innovación es la clave para que una empresa sobresalga de las demás, puedes tener grandes expectativas de mercado, pero si cuentas con ese punto diferenciador, el éxito está asegurado.
8.- Serenidad. Con solo tres años en el poder, este personaje puso temas sobre la mesa que ningún presidente había tocado hasta ese momento y pasó por situaciones extremas de tensión militar. El peligro de desatar una Guerra Nuclear durante la crisis de los misiles afloró su temple para manejar situaciones extremas.
En una organización, la serenidad de sus líderes a pesar de las adversidades crea confianza y tranquilidad con sus colaboradores, lo que desencadena en compromiso y productividad.
9.- Sentido del humor. “No cabemos todos en el refugio de la Casa Blanca, por lo que tendremos que buscar entre todos otra solución», comentó durante una reunión con su gabinete para hablar sobre la crisis de los misiles.
Muchos expertos aseguran que todo depende de la personalidad del personaje, sin embargo, el carisma también es una actitud que puede ser alcanzable. Para los líderes en las organizaciones, ambas son fundamentales para identificarse con su gente.
10.- Humildad. Para distintos autores, esta característica fue fundamental para construir la imagen que hasta estos momentos impone. Su sencillez ante los medios, su trato directo con la gente hicieron de este personaje algo legendario. Para un líder, es una cualidad que debe estar en su lista para perfeccionar.
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