Muchos se dedican al diseño de calzado, pero Inés Carrasco, empresaria y diseñadora ecuatoriana, decidió darle un toque extra a sus zapatos, empleando un material poco común: cuero de pescado.
Así nació CISH, una marca dedicada al desarrollo de productos socialmente responsables a través del uso de materiales amigables con el ambiente y el apoyo al sector artesanal ecuatoriano.
Sus productos, que comprenden calzado y accesorios, están elaborados con cuero de pescados ecuatorianos (corvina, robalo, dorado y tilapia) combinados con cuero vacuno o sintético. De esta manera pone en práctica el suprareciclaje o upcycling, que es el proceso de convertir materiales de desecho o productos inútiles en nuevos materiales o productos de mejor calidad.
Hasta el momento, Inés ha lanzado tres colecciones de calzado y una línea de relojes.
Sus productos se pueden encontrar en Fachas Boutique, de Plaza Mayor; en el centro, en el Bazaarte del Manso Hostal; y en Montañita, en Anae Lans, tienda de diseño independiente.
Inés Carrasco nos habla sobre CISH
Eres graduada en Ciencias Empresariales en la UEES y en el 2009 tomaste clases de fabricación de calzado con el maestro Heriberto Molina. ¿Cómo y cuándo descubriste tu vocación por el diseño de calzado?
Empezó como hobbie. Soy muy alta y era difícil para mí encontrar zapatos bonitos con taco pequeño, así que tome clases particulares con un maestro zapatero. Él tuvo mucha paciencia, me enseñó desde lo más básico y me gustó mucho la experiencia de crear un zapato desde la idea. Luego decidí perfeccionarme para tener mejores acabados y diseños más finos en Buenos Aires.
CISH es un proyecto basado en el upcycling, ¿cómo te vinculaste al upcycling? ¿Cómo surgió la idea de usar cuero de pescado y no otro material?
Fue un proceso de análisis, investigando sobre opciones de reciclaje encontré varios artículos sobre upcycling y me pareció una idea que aporta mucho a la sociedad ya que estás convirtiendo desechos en objetos con gran valor ya sea por su diseño o por su utilidad.
Ganaste el Ecuador Moda en el 2010. ¿Cómo te ayudó este reconocimiento al momento de salir al mercado?
Fue una ventana para darme a conocer en medios y hacia el público en general. Tuve mucho apoyo de prensa quienes se interesaron mucho en el proyecto y del Ministerio de Industrias y Productividad quienes me dieron espacio en ferias locales. Cuando la gente veía mi producto en alguna exposición o feria, lo reconocía porque lo había visto en alguna nota en televisión.
¿Cuánto tiempo te tomó realizar tu primera colección que salió a la venta? ¿Cuántos diseños tuvo?
Era mi primera experiencia así que me tomó mucho más tiempo, alrededor de seis meses. Una vez que lo aprendes, es más fácil. Trato de lanzar tres colecciones por año y luego se hacen variaciones de colores a los modelos que salen en la colección
Tus productos también han llegado a Holanda y además participaste en el Concurso de Emprendimiento Creativo de la Universidad de Palermo, en Argentina. ¿En qué otros mercados internacionales has incursionado?
Soy parte de la red de Emprendedores Creativos, nos mantienen informados de cursos y talleres relacionados con emprendimientos de diseño y es un excelente medio para redes de contactos. Participé pero lamentablemente no quedé entre los ganadores.
He enviado productos a Holanda, específicamente a Rotterdam, gracias a un contacto que hice en el EcuadorModa. A España, por ecuatorianos que viven allá y que conocieron el producto a través de América Vive; y me promociono también a través de blogs como Ecoinventos. Gracias a este me conocieron en Singapur y envié mis primeros pares de zapatos allá.
Eres una emprendedora que tuvo formación académica de Emprendimiento y Negocios y que complementó con la especialidad en diseño de calzado. ¿Qué cosas crees que se deben aprender en la academia (es decir con educación universitaria en esta área específica) cuando se trata de poner en práctica emprendimientos? ¿Qué otros aspectos crees que dependen más bien del individuo?
Definitivamente tener una instrucción formal en negocios es esencial para que los emprendimientos sean sostenibles. Lamentablemente, buenas ideas locales no duran mucho tiempo por la falta de planeación antes de lanzar el producto al mercado. La base del éxito de un negocio es establecer metas claras y desarrollar un plan estratégico. Sin embargo, el entusiasmo y la creatividad son innatos, eso no se aprende en las aulas.
