En una barra de Chchukululu se percibe la identidad nacional. Envuelta en una funda tejida a mano por indígenas de la Sierra, nombrada con un apelativo kiwchua proveniente de la amazonía (que en castellano significaría pájaro cantor) y hecha a base de cacao de la Costa, esta barra de chocolate, altamente apetecida por mercados gourmet de Europa y Estados Unidos, fue creada hace casi diez años por Lourdes Delgado (43 años), una emprendedora nacida en Manta que proviene de una familia cacaotera por tradición.
Fue en 2004 cuando Lourdes decidió emprender con su marca propia de chocolate, al que llamó Chchukululu y que, ella asegura, fue la primera barra de chocolate oscuro de calidad élite que se vendió desde Ecuador. La filosofía del negocio, que se ha mantenido firme hasta ahora, era promover una cultura de consumo de buen chocolate en Ecuador porque, señala la empresaria, en nuestro país se vive una paradoja: a pesar de que cosechamos “el mejor cacao del mundo” estamos acostumbrados a consumir chocolates de baja calidad, inflados con “aditivos, saborizantes, preservantes” y otros elementos artificiales que –con fines de producción masiva- le restan importancia al ingrediente principal de este alimento, o sea, el cacao.
Por eso, explica Lourdes, su Chchukululu tiene una fórmula sencilla pero efectiva: es 65% cacao puro y el 35% restante es azúcar y manteca de cacao. Nada más, aunque a veces, por pedidos especiales, puede aumentar el porcentaje de cacao en su producto. “Lo que queremos destacar es el aroma natural, florar, frutal que tiene el cacao de Ecuador. Es decir que además del sabor a chocolate, en nuestra barra se sienten unos toquecillos de flores, de campo…”, sostiene esta emprendedora, cuya estrategia comercial se enfoca en los consumidores de más alto nivel.
Porque Chchukululu no se encuentra en una tienda de barrio, ni en una farmacia ni en un supermercado, sino que solamente está en puntos donde su marca no pierda valor: mercados especializados, hoteles de cinco estrellas, restaurantes gourmet… Y aunque suene a un método elitista, para este producto ha dado resultado, pues Chchukululu es reconocido en Inglaterra, en Estados Unidos y en otros países como uno de los chocolates de más alta calidad que se pueden encontrar en Latinoamérica, según varias publicaciones de prensa.
Y eso se ha traducido en ventas: Lourdes estima que comercializa entre mil y mil quinientas barras de 100 gramos al mes, cuyo valor en el mercado puede llegar hasta los 10 dólares en Ecuador y hasta el doble en el extranjero. “Los montos que yo vendo no importan, porque al precio que llega cada barra… Es increíble lo que la gente está dispuesta a pagar por un buen chocolate”, opina la emprendedora, que tiene un nuevo proyecto entre manos: Chuku Café, una marca de café instantáneo sin aditivos que saldrá al mercado en unos quinces días bajo la filosofía de ofrecer el mejor café ecuatoriano en presentaciones solubles.
¿Dónde se puede comprar Chchukululu en Ecuador? La dueña de la marca revela que se puede encontrar en lugares turísticos o culturales. Entre ellos, los Duty Free de Quito y Guayaquil, en el Hotel Hampton de Guayaquil y el restaurante Le Gourmet del Oro Verde. ¿Y Chuku Café? Según Lourdes, esta marca sí llegará a los supermercados e, incluso, a las tiendas de barrio.