Ningún amante de los autos desconoce la marca BMW. La siglas de la marca alemana, fabricante de motocicletas y automóviles, significan Bayerische Motoren Werke, que en español se traduce a ‘fábrica bávara de motores’. De ahí su logotipo: es el símbolo de la bandera del Estado Libre de Baviera.
Sin embargo, la conocida empresa de autos de lujo y deportivos no tuvo sus inicios fabricando vehículos. Sino elaborando motores de aviones.
Quizá los ‘no amantes’ de vehículos desconocíamos este hecho. Pero ¿sabían que BWM también tuvo tiempos difíciles durante el período de las dos Guerras Mundiales? A continuación te presentamos la historia de esta marca.
Historia de BMW
La empresa inició en 1913 con su predecesora, la compañía Rapp-Motorenwerke. Aunque, de acuerdo a BMW, la compañía se fundó oficialmente como tal en 1916.
Como ya lo mencionamos, BMW se inició como fabricante de motores. Durante la I Guerra Mundial, uno de los ingenieros de la empresa, Max Friz, tuvo una idea revolucionaria para fabricar un motor de avión que fuera efectivo a una altura elevada. Así que en 1917 fabricó un motor de avión de alta compresión que tuvo mucha aceptación por parte de los ejércitos prusianos y hasta alcanzó un récord de altura dos años después.
Sin embargo, la primera dificultad de la empresa –que estaba en todo su apogeo- se dio al final de la guerra. Con el Tratado de Versalles, se prohibió la fabricación de motores de avión durante cinco años, viéndose la empresa casi en la quiebra puesto que los motores eran su único producto.
En 1922 la empresa se une a Bayerische Flugzeugwerle (BFW), compañía que se fundó en 1916 y por la que BMW decidió inscribir dicho año como su fecha de origen. Con esta unión, BMW se dedicó a fabricar frenos para ferrocarriles.
Pero un año después, y ya llamada BMW oficialmente, la compañía inicia la fabricación de productos para la movilización, iniciando con su primera motocicleta en 1923, y su primer auto en serie en 1929.
Antes del comienzo de la II Guerra Mundial, BMW fabricaba el modelo 327, un carro lujoso, y el 328, uno deportivo; ambos vehículos fueron muy avanzados durante su época. Sin embargo, y repitiéndose la historia, hacia finales de esta guerra, BMW perdió sus tres fábricas en la Alemania Oriental y sus instalaciones en Múnich quedaron destruidas por las bombas.
Es más, por orden de las fuerzas de ocupación aliadas, no pudieron fabricar vehículos durante tres años. Con lo único que lograban mantenerse en pie fue con la elaboración de frenos, ollas y motocicletas.
Finalmente, en el año de 1951, se logró fabricar el primer auto de la posguerra. Sin embargo la producción de dicho vehículo, el BMW 501, resultaba muy costosa que la empresa perdía cerca de 4 mil marcos alemanes por cada auto vendido. Y como si ni fuera poco, la venta de motocicletas decayó.
Pero como se mencionó en la publicación “Adversarios de un emprendedor”, el ecosistema ayuda, pero no es el responsable.
BMW no se dejó influenciar por este ambiente caótico y desarrolló una idea emprendedora para que la empresa saliera a flote.
Con la ayuda económica del empresario Herbert Quandt, BMW comenzó a desarrollar un nuevo vehículo para la clase media. Un auto tipo sedán, el BMW 1500, que tuvo gran acogida por el público y con lo que la empresa consolidó su recuperación definitiva.