Hace dos años y medio, Natacha Hoheb (27 años) decidió emprender y junto a dos socias, Mariana Hi-Fong de Camchong y Daniela Ayora, montó Blossom, un centro familiar con base en Guayaquil que trabaja la parte “integral” del ser humano concentrándose mayormente en los niños. “Trabajamos con chicos que tienen problemas de aprendizaje, ese es nuestro foco, pero siempre incluimos a toda la familia en un proceso interdisciplinario”, explica Natacha.
En la aclaración de la emprendedora -que tiene títulos en Educación Inicial, Ecología Humana, Estimulación temprana y un posgrado en Psicología perinatal- radica una palabra clave que delata el valor agregado de Blossom como emprendimiento: interdisciplinario.
“Lo que aporta Blossom es la interdisciplinariedad, que el psicólogo esté en el mismo lugar que el consejero familiar”, comenta Natacha y explica que el objetivo de este método es que los profesionales compartan criterios comunicándose y puedan aportar soluciones en conjunto, siguiendo una misma línea de acción.
Esta metodología de trabajo, o filosofía, ha servido hasta hacer que Blossom, según Natacha, goce de un saludable reconocimiento a través de un canal publicitario muy personal: la propagación de un mensaje positivo boca a boca, que ha llenado las aulas de este centro familiar, ubicado en la Av. Leopoldo Carrera, de Los Ceibos.
Pero para llegar a eso, el emprendimiento tuvo que superar un camino marcado por estigmas. “No siempre a una persona que le dices terapia psicológica viene feliz”, explica la propietaria de Blossom y agrega que ese “ligero rechazo” se da tanto en niños como en adultos. Para superar el “tabú”, Natacha cuenta que aplicaron la creatividad para diversificar sus servicios, integrando terapias como Yoga de la risa, Teatro terapéutico, Psicodanza, entre otras que constan en la página web de Blossom.
Con chicos haciendo catarsis pero de risa, este centro familiar se promociona como “un lugar para crecer”, el eslogan de la empresa, “pero es un crecimiento no solo de tamaño, sino de florecer como persona”, finaliza Natacha.