Como parte de su plan para competir con la recién fusionada Comcast y Time Warner Cable, la empresa de telecomunicaciones AT&T Inc. compró la compañía de televisión satelital DirecTV por 48.500 millones de dólares.
La transacción, aprobada el 18 de mayo por las juntas directivas de las dos compañías, podría crear la segunda empresa de televisión pagada más grande de Estados Unidos. A su vez, este acuerdo permitirá a AT&T ingresar al creciente mercado de América Latina.
“Esta es una oportunidad única para redefinir la industria del entretenimiento en video y crear una compañía capaz de ofrecer nuevos paquetes y entregar contenido a los consumidores a través de múltiples pantallas: dispositivos móviles, televisores, computadoras portátiles, coches e incluso aviones. Al mismo tiempo, crea valor inmediato y a largo plazo para nuestros accionistas”, dijo Randall Stephenson, Director Ejecutivo de AT&T, en un comunicado.
Actualmente AT&T ofrece un plan de Internet de alta velocidad en un paquete que incluye servicio de televisión de DirecTV. El acuerdo entre las dos compañías, que está sujeta a aprobación gubernamental estadounidense, podría mejorar el servicio de Internet de AT&T al llevar a sus suscriptores de U-verse TV a un servicio de video por satélite.
La compra de DirecTv reduciría las opciones de proveedores de TV pagada
AT&T es el segundo proveedor de telefonía móvil más grande de EE.UU (detrás de Verizon Wireless), con 116 millones de clientes. Con el acuerdo, la compañía tendría acceso a 20.3 millones de clientes de DirecTV en EE.UU y 18.1 millones más en Latinoamérica, lo que la convertiría en el segundo mayor operador de televisión pagada después de Comcast-Time Warner Cable, que tienen 30 millones de clientes (Leer: Netflix y Comcast se unen para mejorar servicios).
El acuerdo, así mismo, reduciría las opciones de proveedores de televisión pagada, de cuatro a tres, para el 25% de los hogares estadounidenses, según indicó Ben Swinburne, analista de Morgan Stanley. Lo que resultaría en menos competencia y con ello precios más elevados, algo que es causa de preocupación para los reguladores.