Ser emprendedor también significa dar consejos a esas almas llenas de entusiasmo para ellas también logren su sueño. Así lo ha hecho Guy Kawasaki ( Hawaii, 1954), quien fue encargado del desarrollo de marketing de Apple en 1984 y actualmente es director de una de las empresa de capital riesgo más importantes de Estados Unidos, Garage Technology Ventures. Toda su experiencia y conocimientos lo ha vertido en su libro: El Arte de Empezar, publicado en 2004 por la editorial Portfolio.
El Arte de Empezar vendió más de 150.000 ejemplares en EE.UU. y da toda la información que un emprendedor necesita para articular su proyecto, ponerlo en marcha, conseguir el dinero y los recursos, crear productos y servicios que se diferencien del resto del mercado para que obtengan un valor agregado.
Para el propio autor, su libro está dirigido a todo aquel que quiera aprender algo, porque ser emprendedor no es formar un puesto de trabajo, sino tener la actitud mental de la gente que quiere alterar el futuro.
El Arte de Empezar está dividido en diferentes capítulos que ayudan a tener un conocimiento más claro del terrero que van a pisar…
El arte de empezar: El autor plantea cinco cuestiones ineludibles que todo emprendedor tendrá que solventar: El sentido, el mantra, el lanzamiento, un modelo de negocio bien definido y establecer hitos, bases y tareas.
El arte del posicionamiento: Aquí Kawasaki relata la importancia del posicionamiento, ya que mediante este se puede ver claramente por qué los fundadores iniciaron el negocio, por qué los clientes deben de escoger este negocio antes que otro y por qué se debe seleccionar personal altamente calificado.
El arte de hacer una presentación: Para emprender es fundamental presentar propuestas bien definidas. Según el autor, es preferible hacer una presentación concisa y objetiva.
El arte de escribir un plan de negocios: Gracias a un plan de negocios, la persona o equipo que emprende lo hace de forma organizada y evita que puntos importantes se pasen por alto.
El arte de la austeridad: Es bueno pensar en grande, pero es más realista irlo cumpliendo poco a poco, ya que casi nunca se empieza un negocio con todo el dinero necesario.
El arte de contratar: Esta puede ser una tarea fácil o difícil, pero lo fundamental es conformar un equipo que se complemente y se ayude mutuamente.
El arte de conseguir capital: Puede ser un poco complejo, ya que no todos pueden creer en su idea, por eso es importante ganarse el resto de sus próximos inversionistas con una presentación detallada del proyecto, además de alguien influyente o que ya haya invertido en el negocio.
El arte de asociarse: Gracias a una asociación se puede acelerar el flujo de efecto, aumentar beneficios y reducir costos, si se constituye con base a estos principios.
El arte de crear una marca: Para los nuevos emprendedores lo fundamental esta en hacerse conocer mediante sus productos o servicios, por eso se tienen que utilizar cinco conceptos clásicos del marketing: producir, lanzar, poner precio y promocionar.
El arte de “hacer llover”: Para una nueva compañía esto significa lanzar cuanto antes su primera versión del producto o servicio al mercado e identificar dónde se vende mejor.
El arte de convertirse en un mensh: “Mensch” significa “ser una persona ética, decente y admirable”. Para convertirse en un mensch se requieren tres cosas: ayudar a cuanta más gente mejor, hacer lo correcto y ser un buen modelo de lo anterior.