¿A punto de despedir a un empleado? Quizás debas pensarlo por un momento. El hecho de que un empleado no esté realizando su trabajo acorde a tu gusto, sino al suyo, no es razón para dejarlo ir. Antes de dejar ir a un empleado es una gran oportunidad para mirarse en el espejo y aprender nuevas lecciones. Sea cual sea el motivo por el cual se va debes preguntarte: ¿Cómo sucedió esto y cómo puedo evitar que vuelva ocurrir?
Aquí hay algunas preguntas que un emprendedor debe hacerse antes de dejar ir a un empleado:
¿Sabe el empleado lo que se supone que debe hacer?
Esta es la primera pregunta que te debes hacer si ves que un empleado no está cumpliendo con las expectativas, sugiere Gary Bradt, de Greensboro, entrenador ejecutivo y autor empresarial. Los líderes a menudo piensan que han sido claros en el establecimiento de las expectativas de rendimiento, cuando en realidad no ha sido así. “Decirle a alguien lo que debe hacer no es suficiente. La única manera de que puedes estar seguro de que un empleado sabe lo que debe hacer es cuando se establecen claramente en sus propias palabras lo que sus expectativas de rendimiento para ellos son, y claramente cómo serán medidos”, dice. “A menudo, aquí es donde reside el problema, así que asegúrate de marcar esta casilla antes de hacer cualquier otra cosa”.
¿Tienen las habilidades y herramientas para hacer el trabajo?
Tal vez el empleado sabe lo que espera la compañía de él, pero puede carecer de las habilidades para hacer el trabajo. En este caso, cerciórate de proporcionar las herramientas y la formación para ayudarlo a conseguir el trabajo bien hecho. (Mira cómo hacer que tus empleados se sientan realizados)
¿Hay problemas con el proceso de contratación?
A veces culpamos a la persona, cuando deberíamos estar buscando la falla en el proceso, dice David Goldsmith, experto en gestión empresarial. Él sugiere echar un vistazo más de cerca a las prácticas de contratación y ubicar a los trabajadores de acuerdo a sus talentos y habilidades, en vez de sus títulos de trabajo, teniendo en cuenta los logros alcanzados en el pasado.
¿Mis expectativas son demasiado altas?
Antes de contratar a la persona que estás a punto de despedir, tenías una expectativa en mente ¿Era realista? Puede que hayas ajustado la barra de expectativa tan alta que nadie ha podido alcanzarla. Por eso debes revisar las expectativas iniciales y recordar que el empleado no será tu clon o remplazo.
¿Podría esta persona tener éxito en otra posición?
Puede ser que el empleado esté en la línea correcta, pero no está en su posición. Antes de despedir a alguien, pregúntate si has colocado a esa persona en el puesto correcto, el que se ajusta a sus fortalezas naturales.