El gigante estadounidense del comercio Walmart tiene otro motivo para estar preocupado por la irrupción de Internet en el negocio del comercio minorista. El portal chino de comercio por Internet Alibaba comunicó hace pocas horas al regulador de Wall Street que superó a la cadena estadounidense por el valor de las ventas brutas que realiza a través de sus diferentes plataformas, lo que de facto lo convierte en la mayor compañía del mundo en ventas al por menor.
Claro está que se trata de empresas de modalidades diferentes, pues Walmart es una cadena de grandes establecimientos en los que se venden productos de diferentes proveedores, gestionados desde sus propios centros logísticos y su facturación es directa sobre los mismos.
Mientras que por su parte, Alibaba es el intermediario en Internet que gestiona una plataforma para que otras empresas y marcas comercialicen sus productos, mientras se quedan con un porcentaje de estas operaciones. Ello significa que su volumen de ventas es gigantesco hasta el punto de haberle convertido técnicamente en el mayor del mundo según los datos disponibles.
Por ello los ingresos como tal, obtenidos por Alibaba, son los de las comisiones que cobra y no los de ventas, pues su facturación total durante los nueve meses previos al cierre fiscal del 31 de marzo de 2015 fueron de 11.000 millones de dólares, mientras que Walmart obtuvo 478.600 millones de ingresos durante 2015.
Alibaba sin embargo se ha convertido en la versión china de Amazon que ya domina el mercado del comercio minorista de China, el país más poblado del mundo y que se encuentra buscando formas de pasar a occidente a conquistar a los consumidores online de este lado del mundo.
En cuanto a las recientes cifras, esta empresa china ya anunció hace varias semanas que acumulaba en el año un volumen bruto de ventas por un valor de 476.000 millones y que al ser superado hace pocas horas, le colocaría por encima de Walmart en este sentido.
Estos datos se han conocido porque como cotizante en el New York Stock Exchange, Alibaba tiene la obligación de dar a conocer al regulador del mercado de valores en EE UU, los hechos e hitos que marquen su negocio, de los cuales la cifra final será publicada con exactitud en unas dos semanas, al presentar resultados finales.