La competencia no es el único rival para un emprendimiento. Según la revista Forbes, existen otros adversarios de un emprendedor que influyen a que un negocio no logre el éxito deseado. Enemigos que, en la mayoría de los casos, son producto de nuestra propia actitud.
A continuación te presentamos los 6 adversarios de un emprendedor para que los tomes en cuenta a la hora de llevar adelante tu negocio.
Los 6 adversarios de un emprendedor
- Los mitos y el entorno. Los mitos que engloban a lo que significa ser emprendedor ha hecho que se los califique como personas que evitan tener responsabilidades estrictas de terceros (‘ser un empleado más’), o a quienes no están ‘académicamente’ calificados para trabajar en un gran firma. Pues bien, no hay nada de cierto en ello. Estos calificativos solo logran desacreditar a un emprendedor, y obviamente, generar desconfianza en torno a su labor. Pero la verdad es que ser emprendedor requiere de más esfuerzo: requiere de valor para arriesgarse y de estar actualizado sobre el mercado en el que trabaja.
- Aprender siempre y compartir lo aprendido. Como mencionamos al inicio, uno de los enemigos de un emprendedor radica en su actitud. Si uno no está dispuesto a seguir aprendiendo (ya sea solo o de alguien más) o a compartir lo aprendido con otros emprendedores, lo único que logrará es limitarse. Y si hablamos en términos más negativos, a adquirir nuevos ‘enemigos’. El aprendizaje debe ser constante, y establecerla entre pares contribuye a tener una buena retroalimentación (leer: Dar mejor retroalimentación).
- Desarrollar un aprendizaje creativo. Cada emprendimiento es un mundo diferente. Y por lo tanto, requiere de una fórmula distinta que se ajuste al mercado de negocios en el cual interactúa. Un emprendedor no debe fiarse al 100% de los consejos que brindan los empresarios exitosos. Si bien sirven de guía, no deben seguirse al pie de la letra. Uno mismo debe ser creativo para establecer su propia receta de éxito.
- Las experiencias ajenas ilustran, pero son irrepetibles. Al igual que el ‘enemigo’ anterior, otro de los adversarios de un emprendedor es el querer reproducir las experiencias ajenas. Hacerlo no garantizan el éxito rotundo de nuestro negocio. Las experiencias nos dictan posibilidades, no realidades a ciencia cierta.
- El ecosistema ayuda, pero no es el responsable. Desde que cumplimos la mayoría de edad, nuestros padres nos dijeron que a partir de ahora somos responsables de nuestros actos. Y aunque sea una frase que apela a la juventud, la mayoría de emprendedores lo olvidan al querer culpar al ambiente laboral por la falta de éxito de un negocio. Es cierto que el ecosistema influye bastante, pero nosotros somos los únicos culpables del éxito o derrota de nuestro emprendimiento.
- El ego. Actitud enemiga más importante de conocer, pero para evitarla. En un emprendimiento, el creador no debe ser el protagonista, sino su marca: su producto o servicio. Y para alcanzar el éxito se necesita más que la simple iniciativa o el dinero; se requiere de una excelente capacidad operativa para llevar adelante el negocio.