Una idea millonaria puede llegar en cualquier momento y de cualquier lugar, lo importante es siempre estar preparados para aprovecharla.
Rich y Sheri Schmelzer, una pareja que encontró una idea de $20 millones de dólares en los zapatos de sus hijos.
Todo comenzó en el año 2005, cuando Sheri, quien ejercía como ama de casa, se encontraba pasando el rato fabricando manualidades y artesanías en compañía de sus tres pequeños hijos.
En ese entonces, toda la familia era fan de los populares zapatos fabricados por la marca Crocs, los cuales se caracterizan por tener unos agujeros en la parte superior.
En un momento, Sheri se fijó en aquellos agujeros de los zapatos de sus hijos y se le ocurrió poner en uno de ellos una flor de seda que acababa de fabricar.
El resultado les gustó mucho, así que decidieron decorar de la misma forma los zapatos de toda la familia.
Emprendimiento millonario
Cuando su esposo llegó a casa y vio lo que la familia había hecho, inmediatamente se percató de que había una gran oportunidad allí y convenció a su esposa de que la aprovecharan.
Llenos de determinación, en las siguientes semanas organizaron la idea, solicitaron un crédito, patentaron el producto, instalaron una pequeña fábrica casera y crearon una empresa llamada “Jibbitz”,
Las primeras ventas de la nueva empresa fueron generadas de forma orgánica en el colegio de sus hijos.
Cuando los pequeños llegaban a clases con sus zapatos decorados, sus compañeros les pedían que les indicaran cómo conseguir esos llamativos accesorios.
Metas establecidas
Luego, crearon un sitio web para llegar a nuevos clientes, pero al cabo de unos días el sitio colapsó y la empresa ya no daba abasto con la cantidad de pedidos, por lo que tuvieron que trasladar la fábrica a un espacio más amplio y contrataron personal de apoyo.
También, decidieron lanzar nuevas líneas de productos con agujeros en los que los clientes pudieran insertar sus pines, como cinturones y brazaletes.
El siguiente paso en la estrategia de la empresa fue comenzar a participar en ferias comerciales para negociar con tiendas minoristas y proveerlas.
Lo que les permitió pasar de una facturación de unos $20 mil dólares al mes en agosto del 2005 a más de $2 millones de dólares al mes en agosto del 2006.
Semanas más tarde, Crocs manifestó su interés en adquirir Jibbitz. Luego de varias reuniones, llegaron a un acuerdo en el que Crocs pagaría $10 millones de dólares para que Jibbitz se convirtiera en su subsidiaria y pagaría un bono adicional de otros $10 millones de dólares si la compañía alcanzaba determinadas metas de ventas.
Como parte del trato se estableció que Rich y Sheri seguirían dirigiendo la empresa y que el personal mantendría sus empleos.
Finalmente, Jibbitz logró las metas establecidas y los Schmelzer obtuvieron en total $20 millones de dólares por la venta.
Fuente: negocios y emprendimiento