actitud emprendedora

Un emprendedor no solo nace, sino que se hace. Y un gran ejemplo de actitud emprendedora está en aquellas personas que no necesitan de cursos ni de charlas motivacionales para desarrollarla: las madres.

Ser madre es una gran responsabilidad, y no es una tarea sencilla. Para aquellos que menosprecien su labor, una madre requiere de ganas, de aptitud para trabajar bajo presión y de creatividad para hacer las cosas bien; todos estos cualidades que un líder debe tener (Leer: Cualidades de un líder del futuro).

Ya sea que trabajen o no, todas ellas son modelos de mamás emprendedoras. Y como ya lo mencionamos, ejemplos de actitud emprendedora para los demás.

En palabras de Yael Kochman, Jefa de marketing en Roojoom (plataforma que permite crear presentaciones dinámicas con contenido web en menos de 5 minutos): «el hecho de ser madre te proporciona los atributos perfectos para ser una emprendedora de éxito».

Actitud emprendedora de las madres

actitud emprendedora
Las madres como ejemplo de actitud emprendedora (Imagen de bebesymas.com).

Trabajar bajo presión. Los requerimientos de los hijos, sin importar la edad que tengan, son un constante trabajo a presión por satisfacer. Que el hijo adolescente no se levante para ir al colegio, que el otro más pequeño necesite ayuda para bañarse y, a la vez, tener que preparar el desayuno, es un ejemplo de las situaciones que las madres tiene que vivir día a día.

Habilidad para negociar. Una de las labores más difíciles que tiene toda madre es negociar con sus hijos. Esto, porque involucra dos factores: lograr que hagan lo que se pide, y que lo hagan con buena gana. Las madres, de algún modo u otro, siempre triunfan con éxito en este papel.

Habilidad de resolución. El éxito de una empresa radica en la habilidad de sus autoridades por satisfacer las demandas que se requiera. Pero en ocasiones, esto no resulta viable, y la empresa tiene que dejarlas pasar. Una madre, por otro lado, hace todo lo posible por satisfacer las necesidades más importantes de sus hijos, aún teniendo recursos limitados. Para ellas no existe un “no se puede”, y con creatividad y destreza logran con éxito cualquier propósito con sus hijos.

Saben controlar los altibajos. Siguiendo la línea del punto anterior, para una madre no existe la opción de “rendirse”. A pesar de las malas circunstancias que se presenten, una madre jamás renunciará a sus hijos, y sabrá cómo controlar sus emociones para sacar adelante la situación. Mientras un emprendedor sí tiene la opción de tirar la toalla (ojo, no es la mejor opción), una mamá sabrá controlar la tormenta que produce cada reto.

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