Según los últimos datos del Ministerio de Seguridad Social, el año 2024 acabó con la cifra más alta autónomo nunca registrados: 3.386.7665, casi 60.000 más que a principios de añoy 40.000 más que a finales de 2023. Visto el incremento, se podría suponer que los últimos doce meses han sido positivos para los autónomos, sobre todo teniendo en cuenta que seis de cada diez mantuvieron o incrementaron sus ventas respecto al año anterior. Así se desprende del último barómetro de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), publicado este lunes. Sin embargo, ATA cree que estos números no son suficientes para dar una buena nota al año pasado. “Una vez finalizado 2024, podemos afirmar que será un mal año para uno de cada cuatro autónomos, cuya actividad ha disminuido respecto a 2023”, señala el documento.
La última encuesta sobre los sentimientos de un grupo de trabajadores especialmente vulnerable a los movimientos económicos se llevó a cabo entre el 10 y el 20 de diciembre, a partir de respuestas validadas a 1.121 cuestionarios. Según Lorenzo Amor, presidente de la ATA -organización integrada en la patronal CEOE- «esta encuesta mantiene la tendencia del barómetro anterior y demuestra que la política y nuestro mercado laboral van por caminos diferentes». Las empresas estamos creando a pesar de todo, seguimos creando empleo y seguimos generando actividad económica con nuevas iniciativas empresariales”.
Los resultados más destacables de esta encuesta, compuesta por 33 preguntas, se refieren a la facturación de este colectivo de empleados. Sólo el 36% dice que se han mantenido igual respecto a 2023, mientras que el 29,7% admite que ha ganado menos. Sin embargo, el 29,3% recibió salarios más altos, incrementándolos la mayoría entre un 11% y un 15%. Aun así, cuatro de cada diez encuestados vieron aumentos inferiores al 10%, y sólo uno de cada diez ganó entre un 16 y un 20% más. Entre los que facturaron menos que en 2023 -uno de cada cuatro- la mayoría vio caer sus ingresos en más de un 11%, y siete de cada 10 vieron caer sus ingresos entre un 6% y un 11%. A pesar de estas cifras, sólo dos de cada diez empresas creen que su negocio crecerá en el transcurso de 2025, mientras que prácticamente la misma proporción cree que disminuirá.
La preocupación predominante entre el colectivo de autónomos -tres de cada cuatro ven con incertidumbre la situación actual- está relacionada con el incremento de los costes que tienen que soportar para realizar su actividad (incluido el aumento de la cuota). El 78% reconoce que el gasto ha aumentado en 2024, y de ese porcentaje, uno de cada cinco, el 21,5%, estima que ese incremento será superior al 16%. Esta estadística la completan el 15,8% de los autónomos que afirman que sus gastos fueron similares a los de 2023; mientras que sólo el 4,6% de los autónomos afirma haber experimentado una reducción de costes en el último año.
Misma plantilla
Como consecuencia de este aumento de la partida de gasto, dos tercios de los autónomos, el 66,9%, declararon tener que aumentar los precios, porcentaje superior al 57,7% registrado en el barómetro anterior. Por el contrario, tres de cada diez autónomos manifiestan este comportamiento suponiendo el aumento de costos Manteniendo los precios del año pasado. La previsión para 2025 es que una de cada dos personas decida subir los precios en los próximos meses.
Aunque el número de autónomos ha aumentado significativamente en el último año, cuando se les pregunta si han contratado a algún trabajador, seis de cada diez encuestados dijeron que planean ampliar su plantilla, que no buscan personal; mientras que el 17,2% dice tener dificultades para encontrar trabajadores. Aunque el saldo se mantiene prácticamente equilibrado, según el estudio de ATA todavía hay más autónomos con un empleado dependiente (54,6%) que sin él (45,4%).
Entre los diversos elementos que pesan sobre el bolsillo de los autónomos, la inflación es el que más mella en sus cuentas y pone en mayor riesgo su supervivencia. El 83,1% dice sentirse fuertemente afectado por las subidas de precios, un porcentaje prácticamente idéntico al de la carga fiscal, sólo superado por el pago de las cotizaciones y seguros sociales.
