Las negociaciones laborales más importantes de la Legislatura tienen que ver con el tiempo. Reducir la jornada laboral es una promesa del PSOE y Sumar a los ciudadanos, acortando la jornada laboral normal 40 a 37,5 horas en 2025. Y para cumplir este plazo, subraya el Ministerio de Trabajo, la tramitación de la medida debe iniciarse lo antes posible: deberá pasar por el Consejo de Ministros para que llegue lo antes posible al Parlamento, donde será presentada. a una prueba de fuego antes de que al poder ejecutivo le resulte difícil aprobar una norma.

Según fuentes gubernamentales, el sector empresarial está retrasando la inclusión de este tema en la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE), órgano que decide y considera los asuntos sometidos a la aprobación del Consejo de Ministros. Esta maniobra impide que el texto pactado entre Trabajo y sindicatos para acortar la jornada laboral se adopte con la celeridad solicitada por el departamento de Yolanda Díaz y recogida en el acuerdo de gobierno entre ambas fuerzas políticas. Las mismas fuentes indican que el Ministerio de Economía, encabezado por Carlos Cuerpo, bloqueó su ingreso a la CDGAE el 13 de enero, impidiéndole llegar al próximo Consejo de Ministros.

El vicepresidente segundo criticó este miércoles la economía al respecto en una entrevista en Telecinco. “Hay una respuesta escrita, en este caso al Ministerio de Trabajo, que impide que ese acuerdo de diálogo social sea realmente discutido en el Consejo de Ministros. «Creo que esto es muy grave porque es una obligación del Gobierno español», denunció Díaz, quien acusó a Carlos Cuerpo de haber «vetado» la recepción del acuerdo para acortar la jornada en el Consejo de Ministros, cosa que sí hizo. calificado de “muy grave”.

El organismo, por su parte, ha negado esta acusación. “No estamos bloqueando absolutamente nada. Ayer el Ministerio de Trabajo solicitó tratar este asunto en la Comisión Delegada para Asuntos Económicos. Y como os dije, desde allí se activará este canal e intentaremos que ese debate se dé lo más rápido posible y que se haga con todas las garantías y con la participación de todos los ministerios competentes «No tenemos poderes en esta materia», respondió.

El ministro intentó explicar la maniobra. “Lo que estamos haciendo es darle prioridad absoluta a este proyecto, como lo he dicho en ocasiones anteriores, que es una prioridad para nosotros pero también para el gobierno en su conjunto. Y lo hacemos garantizando que toda la tramitación necesaria se realiza con la mayor rapidez posible y que la liquidación se realiza de forma expedita y con todas las garantías necesarias. “Esto es lo que hacemos desde Economía”, enfatizó al finalizar el acto de toma de posesión de la CNMV. El Cuerpo ha puesto un énfasis renovado en los diferentes entornos que rodean la aprobación de esta acción para justificar el posicionamiento de su Departamento. “Lo he dicho muchas veces: queremos que este proyecto se haga realidad y lo más rápido posible. Y para ello tenemos que trabajar con precisión y tener en cuenta todas las realidades que tenemos, las realidades de nuestra economía, las realidades de nuestras empresas, pero por supuesto también la realidad parlamentaria”, afirmó.

Díaz ha insistido en que el veto empresarial es una realidad: «Hemos llegado a un acuerdo bilateral con los sindicatos que el Gobierno español debe respetar y cumplir, y que el debate en el Consejo de Ministros será bloqueado por el PSOE». , y esto es un hecho, hemos recibido una respuesta por escrito. Por tanto, estas ya no son opiniones. Es que en este caso hay una respuesta escrita al Ministerio de Trabajo que impide que ese acuerdo de diálogo social efectivamente se discuta en el Consejo de Ministros”, explicó Díaz.

Sin embargo, el vicepresidente segundo no quedó satisfecho con esto y volvió a criticar al departamento del Cuerpo. “No apoyo la política basada en promesas incumplidas. No estoy engañando a nadie. Lo digo claro que ayer (este lunes) el Ministerio de Economía respondió por escrito al veto del Ministerio de Trabajo a este debate. Ayer escuché al ministro y dijo que todos estamos de acuerdo en reducir la jornada laboral. Eso no es cierto», ha subrayado, para después recordar que el PSOE «no quería una reducción de jornada» pero que finalmente se incluyó en el acuerdo para instalar a Pedro Sánchez como presidente.

desacuerdo permanente

Se trata de una prueba más del desacuerdo entre el Ministerio de Economía y el Ministerio de Trabajo por la medida estrella de la legislatura, que ocupó grandes titulares cuando se anunció el pacto de gobierno. Los dos departamentos dicen que son estar de acuerdo en el objetivopero no cómo llegar allí. El ministerio que dirige Carlos Cuerpo aboga por un despliegue más gradual, al contrario de lo que defiende Díaz, que pide respetar la literalidad del acuerdo alcanzado con los sindicatos -tras once meses de negociaciones con la patronal que finalmente rechazó esta medida- y la acuerdo gubernamental. Sin embargo, esto ya está ligeramente diluido porque el paso intermedio de 38,5 horas no se aplicó en 2024.

Las mismas fuentes indican que el retraso en la adopción de la medida por parte de la CDGAE complica el texto que llegará al Consejo de Ministros en enero o incluso febrero. Como viene recalcando Díaz desde hace meses, la reducción de jornada se está tramitando como anteproyecto de ley bajo el estado de alarma.

La disputa entre Díaz y Corps ha afectado a varios miembros del Gobierno de coalición. El ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ha rechazado «algunas» declaraciones de la ministra de Trabajo y ha reiterado que «no está de acuerdo» con las calificaciones de «mala persona» que hizo a la vicepresidenta segunda. Por su parte, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha negado el bloqueo económico y ha subrayado que la reducción de la jornada laboral es una «prioridad» para el ejecutivo. «Cuando se pone el objetivo y se pone este objetivo, nadie puede dudar de que se conseguirá, porque es un compromiso del Gobierno español», afirmó.

Pese a los evidentes y públicos desacuerdos entre empresas y sindicatos sobre el contenido del texto, incluso en cuestiones como la solicitud de trabajo a tiempo parcial, el ministerio de Díaz presentó el acuerdo a los centros 20 de diciembre. La líder laborista defiende que el texto acordado con los sindicatos es «sagrado» y que esta negociación es su responsabilidad, aunque cuando se presentó el texto aún no había consenso entre las diferentes sensibilidades económicas de la coalición.

La semana pasada, el desacuerdo entre empresas y trabajadores explotó después de que Díaz hiciera declaraciones que la parte socialista del gobierno tomó como un ataque personal. “Permítanme, estamos hablando de acortar la jornada laboral en media hora diaria. “Es casi como si fueras una mala persona si hoy le dijeras a los trabajadores de nuestro país que te niegas a acortar tu jornada laboral media hora cada día”, añadió Díaz. El último comentario, el uso del término “mala persona”, ha recibido especial atención.

El Ministerio de Economía insiste en que la intención de reducir la jornada laboral es un proyecto conjunto y que el Cuerpo está plenamente comprometido con este objetivo. “Debemos seguir compaginando el crecimiento con la conquista y fortalecimiento de derechos. Para el Gobierno y el ministro de Economía, acortar la jornada laboral es el próximo logro”, defiende el departamento que dirige el Cuerpo.

Realidad parlamentaria

Por su parte, Díaz destaca la importancia de iniciar el proceso ahora para que el recorte se haga efectivo en 2025, ante el complicado trámite parlamentario que se avecina. La semana pasada, Díaz volvió a hablar con el líder de Junts, Carles Puigdemont, para convencerle de que apoyara la reducción de jornada. El Cuerpo también se pronunció al respecto y se refirió a la “realidad parlamentaria”. Esto significa que es difícil que el enfoque acordado con los sindicatos y rechazado por la patronal reciba el apoyo de los partidos de derecha que tienen mayoría en el Congreso.

Pero en respuesta a esta queja, el Partido Laborista recuerda que puede cambiar el texto en la legislatura. Ayudas a pymes que se han salido del acuerdo debido, entre otras cosas, a la negativa de los empresarios como uno de los principales argumentos. Y este rechazo parlamentario no fue excusa para no aprobar otros proyectos en el Consejo de Ministros hasta que se hicieran cambios en retrospectiva para tener éxito en el Congreso.



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