Mientras que las calles de Guayaquil están congestionadas por el tráfico y los ciudadanos se desesperan por el clima caliente, el Manso Boutique Hostal representa un “oasis de paz en el Malecón 2000”, afirma Ricardo Cevallos, quien emprendió este hotel ecológico junto a su esposa Rosi Villacrés en octubre de 2008.
Con un presupuesto de 100 mil dólares, aquel año los emprendedores decidieron poner a prueba sus conocimientos sobre turismo, al darse cuenta que en Guayaquil faltaban opciones de alojamiento intermedio, es decir, que no fuese un hotel lujoso, pero tampoco uno de “mala muerte”, explica Cevallos, quien descubrió esta necesidad al ser director de la revista TransPort, publicación técnica para empresas dedicadas al turismo.
Villacrés estudia Hotelería y Turismo, y es vegetariana hace 12 años. Fueron estas las razones que la llevaron a interesarse en este proyecto, en el que hoy desempeña el rol de Gerente General y se encarga principalmente del menú agroecológico del Manso Boutique Hostal; a diferencia de su esposo, quien es el Director del hotel y debe supervisar todas las áreas del emprendimiento.
En sus cuatro años de existencia, el Manso Boutique Hostal ha adquirido poco a poco reconocimiento entre los turistas, principalmente entre los extranjeros interesados en el movimiento agroecológico (Ciencia que confluye la agronomía y la ecología).
Actualmente, el hotel cuenta con un personal de 23 personas y ofrece varios servicios: un restaurante orgánico, una Sala de Tratamientos para masajes y practicar reiki, una boutique y un Centro Cultural con actividades artísticas, entre ellas destaca el Manso Night Bazaar, que se realiza durante tres días continuos y expone productos de diseñadores ecuatorianos. “El último Night Bazaar (en el 2011) lo hicimos en el Parque Histórico. Tuvimos 40 expositores y 2500 visitantes”, explican los propietarios. Este año la 12ava edición de este evento se realizará en Galápagos.
Próximamente, el Manso Boutique Hostal también dispondrá de una operadora de turismo para realizar excursiones a parajes en los alrededores de Guayaquil y ofrecerán varios eventos culturales dirigidos por Madeline Hollaender, quien posee una galería homónima.
Crecimiento paulatino
Los emprendedores Ricardo Cevallos y Rosi Villacrés recuerdan varios de los inconvenientes que tuvieron al inicio: “El Manso comenzó con una inversión pobre y eso nos limitó en dar una buena imagen, pero fuimos avanzando”, dice Villacrés. Cevallos agrega: “En la parte gastronómica, la gente no entendía nuestros menús orgánicos…tuvimos consultores de marketing que nos aconsejaron ceder ante las preferencias del público, pero preferimos preservar”.
Los propietarios del Manso Boutique Hostal afirman que eligieron creer en su producto, una clave que es primordial para tener éxito en el mercado. Es importante “realizar lo que a uno le apasiona, si alguien hace algo por dinero está en mal camino. La plata viene, pero llega tras hacer lo que a uno le gusta”, concluye Cevallos.