El abastecimiento de diésel prémium en Azuay enfrenta a Petroecuador y a los distribuidores de combustibles. Mientras que la empresa pública asegura que no hay desabastecimiento, los propietarios de estaciones de servicio afirman lo contrario.

Los últimos días en gasolineras de Cuenca (Azuay) se han formado largas filas de vehículos a la espera de comprar diésel, lo que ha sido objeto de reclamo por parte de los clientes y distribuidores.

Desde el fin de semana Petroecuador ha emitido varios comunicados informando que no hay problemas, que posee un stock de 20 millones de galones de diésel prémium para cubrir la demanda, y que, debido a perforaciones clandestinas en el poliducto Pascuales-Cuenca, el despacho de diésel de la terminal de Cuenca se trasladó temporalmente a otras terminales.

Este miércoles 27 de noviembre la petrolera estatal comunicó que entre el 25 y 26 de este mes se despacharon 482.471 galones de diésel premium a 53 estaciones de servicio de 10 marcas comercializadoras de Azuay.

Petroecuador ratificó que esto demuestra que “no existe desabastecimiento de diésel prémium” y que se cumplen con las obligaciones contractuales de la empresa pública.

La entidad reiteró que por las perforaciones clandestinas en Pascuales-Cuenca, que afectan el funcionamiento de la Terminal de Productos Limpios Cuenca, la distribución del combustible se está realizando desde las terminales:

  • La Troncal: 402.850 galones.
  • Riobamba: 42.000 galones.
  • Pascuales: 9.898 galones.

Indicó que la medida está contemplada en los contratos con las comercializadoras y garantiza el abastecimiento de las estaciones de servicio “sin interrupciones”, hasta que los despachos se normalicen en la terminal correspondiente.

Para distribuidores traer combustible de otras terminales no es sencillo

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Combustible del Azuay, Carlos Salazar, replicó que la realidad no es la que describe Petroecuador, porque hasta ahora continúan los problemas de abastecimiento de diésel y no solo en esta provincia, sino también en Cañar, Morona Santiago y hasta parte de Loja.

Las estaciones de servicio se proveen del combustible que recogen de la terminal de Chaullabamba, en Cuenca, que forma parte del Poliducto Pascuales-Cuenca. Salazar dijo que desde el martes de la semana pasada empezó una restricción con cupos a las estaciones de servicio.

Esto duró hasta el jueves y los siguientes días, hasta este miércoles, “no se ha despachado combustible desde la terminal de Chaullabamba causando un desabastecimiento grande, muy complejo de solucionar a corto plazo”, describió.

Salazar indicó que el martes de esta semana hubo una reunión entre los distribuidores de combustibles con el gobernador de Azuay, Santiago Malo, quien les explicó que la causa de la situación “es una contaminación de 1,6 millones de diésel premium” a causa de las perforaciones en el poliducto y que por eso la terminal de Chaullabamba no tiene capacidad para recibir nuevos productos. Que el material contaminado estaría siendo evacuado por Petroecuador.

El dirigente cuestionó la versión oficial. Por un lado, dijo que la contaminación no se puede dar por las perforaciones clandestinas al poliducto, conocidas como “pinchazos”. “Los pinchazos al poliducto es para robarse el combustible, no para agregar un producto adicional. La contaminación se da por mezcla con otro tipo de producto”, comentó, exigiendo que el tema sea investigado a fondo.

Por otro lado, mencionó que si hay inconvenientes por los “pinchazos” al poliducto, como sostiene Petroecuador, entonces habría desabastecimiento con todos los productos derivados, pero el problema de desabastecimiento es únicamente de diésel premium, no con las gasolinas Súper y Extra, que se despachan y comercializan con normalidad.

Contó que algunas estaciones de servicio han traído combustible, pero se agota rápidamente por la demanda debido al rezago en la oferta.

“Todo combustible que llega en el día se agota. Todos los días Cuenca, por lo menos, amanece sin combustible”, reiteró.

Traer diésel de las otras terminales, como La Troncal y Pascuales, no es algo sencillo porque implican costos adicionales para los distribuidores. Por ello, Salazar reclamó que Petroecuador debería responsabilizare y “no endosar el problema a las estaciones de servicio”. Explicó que el costo imprevisto “licúa cualquier valor de rentabilidad” e implica pérdidas para las estaciones.

Pero, además, no hay una flota adecuada de vehículos cargueros para transportar todo el combustible que se requiere. Los camiones que actualmente abastecen a las gasolineras son pequeños, con capacidades de entre 4.000 y 6.000 galones.

Según Salazar, son vehículos que no están en la capacidad técnica y mecánica para hacer un viaje interprovincial, ni tampoco hay el número suficiente de unidades para movilizar los 350.000 galones diarios de diésel, que es lo que se retira desde la terminal de Chaullabamba.

Como los recorridos hacia Chaullabamaba son cortos, varias estaciones de servicio comparten los mismo vehículos. Un solo tanquero hace, en promedio, entre dos o tres viajes diarios para abastecer el mercado local.

“Si ese tanquero hace un viaje interprovincial se demora un día. Entonces, si es que todos los tanqueros que no están en óptimas condiciones saldrían a la estación de La Troncal, para traer esos 350.000 galones nos quedamos desprovistos y nos quedamos, posiblemente, con problemas de abastecimiento de los otros productos”, detalló Salazar, a la espera que las autoridades comprendan que hay dificultades logísticas y se restablezca el despacho desde la terminal de Chaullabamba. (I)





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