Debido al coronavirus y la necesidad de evitar el contacto físico, se aceleraron los procesos de adopción digital y revivieron viejos conceptos que estaban casi en desuso, como son los códigos QR.
Antes de la pandemia los códigos QR se posicionaron como una herramienta en desuso, un artefacto que no encontraba del todo cabida en el mercado.
Los códigos QR conectan dos mundos: el físico y el digital y permiten entrar en una aplicación informática móvil.
Tras las medidas de confinamiento y la vigencia del distanciamiento, estos códigos QR ofrecen una solución para negocios como restaurantes, etc.
Resurgimiento del Código QR
Un código QR es una imagen que contiene una información que es interpretada por una cámara como un hipervínculo.
Andrés de la Cadena, gerente del centro tecnológico Wimken, explica que “el antecesor de los códigos QR fueron los códigos de barras en los años 70“.
Pero, “ya en 1994 fue desarrollado el código bidimensionale o QR tal y como lo conocemos”.
El uso de esta tecnología aumentó en 130%, en comparación con el 2019.
Además la misma compañía dijo tuvieron ascenso de 140% en las descargas de la aplicación, sumando a más de tres millones y medios.
Este contexto, solo describe un interesante escenario para las compañías, pues ha un interés genuino por parte de los consumidores.
De acuerdo a la empresa Mercado Pago, “esta es una realidad que veían las diferentes empresas desde hace unos ochos años se vine materializando no solo en el país o en la región, sino en el mundo y que la pandemia está acelerando”.
Los códigos QR posibilita la comunicación de:
- ofertas especiales
- lanzamientos
- campañas de atracción de tráfico al e-commerce
- geolocalización en los puntos de venta.
A la vez pueden convertirse, de alguna manera, en una potencial herramienta de marketing y publicidad directa, la cual puede unir el mundo físico y el digital.
Fuente: InformaBTL