Cada vez más jóvenes emprendedores se aventuran a crear su propio negocio, pero levantar capital para iniciar puede resultar complicado. Contraer deuda es una opción viable si se sabe manejar y se aprende a distinguir entre crédito o capital, dependiendo de lo que sea necesario en ese momento.
Las diferencias entre crédito y capital son:
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El crédito se tiene que pagar, tiene un costo (tasa de interés), requiere un respaldo (una garantía como hipoteca, prendas o avales), cubre una necesidad real y se otorga en un momento específico.
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El capital no se tiene que regresar, pero tiene un costo (se debe ceder una parte de la empresa), requiere un respaldo (que en este caso es el emprendedor), cubre una necesidad real, es dinero inteligente y también se otorga en un momento en específico.
Finmex, entidad dirigida a emprendedores, empresarios, pequeñas y medianas empresas, detalla los errores comunes al emprender para crear conciencia de que el crédito y el capital no están peleados.
- Falta de liquidez. En los primeros meses de actividad se da una mala planificación de los ingresos por exceso de optimismo.
- Mala planeación del presupuesto. Es un error común hacer el plan financiero sin tener en cuenta las necesidades a mediano plazo.
- Costos fijos elevados. El outsourcing ha sido la solución ideal de los emprendedores para reducir costos fijos, pero esto sólo se debe aplicar a áreas secundarías, que no formen parte del core business. Hacer esto sería un riesgo importante en la calidad de los servicios y productos.
- No reinvertir en el negocio. El exceso de prudencia a la hora de invertir es un error que puede acabar en un fracaso por una infradimensión del negocio. Un error común es no saber planificar de anticipado las necesidades de inversión.
- Adquirir demasiada deuda. La mitad de los emprendedores financian el 100% del negocio con su propio bolsillo. La asfixia de las empresas provoca falta de clientes, un mal cálculo entre los ingresos y el pago de la deuda.
- Ser optimista en los ingresos. Cuando se monta un negocio siempre se calcula mal el tiempo que se va a tardar en empezar a cubrir los gastos.
- Servir a los morosos. Tropezar con un cliente moroso puede suponer la muerte del negocio.
- No distinguir entre las finanzas personales y las del negocio. Es un típico error usar las ganancias del negocio para pagar las compras personales.
- No ahorrar nada de utilidades. Cuando el negocio comienza a dar frutos el emprendedor comete dos errores: se gasta los recursos o reinvierte todo.
- No asignarte un sueldo. Tener un salario fijo ayuda a mantener por separado las finanzas de la empresa, de los gastos personales.
- No tener opciones de pago para tus clientes. Es fundamental tener diversas alternativas de pago es determinante para que el cliente regrese o no a consumir o comprar tu producto.