YouTube publicó a principios de este mes una serie de «directrices de contenido adecuado para anunciantes» que algunos tacharon de censura.
Según las nuevas normas, todo aquel que quisiera monetizar su video a través de la plataforma debería ser más recatado y evitar contar chistes verdes, decir groserías o hablar de política, entre otras cosas.
Muchos usuarios se mostraron en contra de lo que consideraron unas «políticas idiotas». Pero Google está dispuesto a hacer todo lo posible para que las normas de YouTube se cumplan y acaba de lanzar un programa con el que pretende crear una comunidad de usuarios que se involucren con la causa. El objetivo: moderar ellos mismos el contenido en YouTube.
Quienes lo hagan, no recibirán dinero a cambio, pero sí una serie de «beneficios exclusivos».
Para YouTube serán «héroes», aunque para algunos usuarios de la web tal vez se conviertan en villanos.
¿Héroes o soplones voluntarios?
Hasta el momento ya era posible informar a YouTube sobre comentarios abusivos u ofensivos en el sitio web. Pero a partir de ahora los usuarios podrán obtener recompensas por ello y convertirse, según los críticos de esta iniciativa, en «soplones» oficiales.
De esta manera pasarán a formar parte de una red de voluntarios que realicen tareas para delatar y marcar los contenidos inapropiados (y también otro tipo de aportaciones).
Quienes participen en este programa ayudarán a «crear la mejor experiencia de YouTube para todos», dijo la red social en su blog.
Entre otras cosas, los «héroes» podrán «delatar el contenido inadecuado, agregar subtítulos a los videos y compartir su conocimiento con otros usuarios en el foro de YouTube».
El primer paso para «convertirse en un héroe», dice YouTube, es unirse a la comunidad. Para hacerlo, tan solo deberán rellenar un formulario y después los gestores de la red social responderán a la solicitud.
Si es aceptado, el usuario pasará a formar parte de un sistema de soporte totalmente gratuito creado a partir de los propios usuarios. Un sistema que le ahorrará a YouTube algún que otro coste… aunque también le está costando algunas críticas.
Muchos dicen que es una estrategia para descentralizar la moderación y reclutar a trabajadores gratuitos que les ayuden a pulir la plataforma, en la que cada minuto se publican 400 horas de contenido.
Algunos se quejaron en Twitter y otros, precisamente, a través de su propio canal de YouTube.