¿Te es imposible dejar de pensar en el trabajo cuando llegas a casa? Lo creas o no, este es un problema bastante común. Pero debes saber que este hábito, lejos de convertirte en un empleado más productivo, es perjudicial para tu bienestar. A la larga, puede ocasionarte estrés, con todo lo que esto conlleva. Por esa razón, te ofrecemos diez estrategias que te ayudarán a desconectarte del trabajo.
1. Realiza algo de actividad física por las mañanas
Procura levantarte temprano para ejercitarte un poco. Si no dispones de mucho tiempo antes del trabajo, ya sea porque comienzas a trabajar muy temprano o terminas muy tarde en la noche, entonces puedes desplazarte a pie o en bicicleta de camino al lugar de empleo. Cuando comiences tu rutina laboral, te sentirás relajado y lleno de energía.
2. Aprende a tocar un instrumento
Mantén tu mente ocupada en lo que te apasiona. Así dejarás poco espacio para pensar en las preocupaciones laborales. Podrías tomar un curso para aprender a tocar la guitarra, el teclado, el violín, etc. ¿No tienes ningún instrumento? ¡No te preocupes! Visita una tienda online.
3. Convive con tus compañeros después del trabajo
De vez en cuando, planea cosas qué hacer con tus compañeros una vez que termine la jornada. Relacionarte con ellos fuera del estresante ambiente laboral contribuirá que tengas una mejor relación con ellos y les dará una mayor motivación para trabajar en armonía.
4. Realiza pequeñas pausas durante el día
Muchas empresas permiten que sus empelados descansen por unos minutos para comer o para estirar las piernas. Aprovecha esos instantes para desconectarte. Oblígate a dejar lo que estás haciendo por un rato y relájate.
5. Procura tener un pasatiempo
Dale a tu cuerpo y mente algo qué hacer todos los días después del trabajo. No necesitas tener mucho dinero para lograrlo. Puedes sacar a pasear a tu perro, leer algo en el parque o la biblioteca, realizar una caminata a la orilla del mar o de un río, cuidar de tus plantas, etc.
6. Disfruta de los frutos de tu trabajo
Trabajar solo por trabajar no es un enfoque muy adecuado. Es mejor fijarse metas. Piensa en algo que te gustaría comprar o en un lugar a donde te gustaría ir y ahorra una parte de tu sueldo. No estamos sugiriendo que despilfarres tu dinero, pero sí tienes derecho a disfrutar un poco de lo que logras con tanto esfuerzo.
7. Fíjate una hora concreta al día para pensar
Cuando surge una situación difícil durante el trabajo, muchos tienden a decirse a sí mismos: “pensaré en ello más al rato”. Sería una buena idea apartar unos quince minutos fuera de la jornada laboral para pensar en cómo resolver ese problema. ¿Ya encontraste la solución? ¡Excelente! Ahora, desconéctate.
8. Escucha música
En algunas compañías, los superiores permiten que los empleados escuchen algo de música, en especial cuando realizan actividades rutinarias que requieren de una menor concentración. Esta es una actividad relajante que brinda una sensación de bienestar.
9. No descuides a tu familia ni a tus amistades
No permitas que el trabajo arruine tu vida personal. Aunque estés cansado, dedica algo de tiempo todos los días a conversar con tus seres queridos. Ellos son tu principal apoyo.
10. Elimina todo vestigio de estrés
Es inevitable sentirse estresado de vez en cuando. Cuando esto ocurra, acude a un spa o a un balneario para lograr una relajación total y recargar pilas.
No vivas para trabajar, más bien, trabaja para vivir. Si aprendes a dar un justo a las cosas, disfrutarás de todo lo que hagas.