Sepa usted que cuando un italiano radicado en el Nueva York de mediados del siglo pasado hablaba de la Cosa Nostra se estaba refiriendo a la mafia. Pues bien, teniendo claro eso, usted, como buen emprendedor, se habrá dado cuenta –gracias a películas como El Padrino o series como Los Soprano- de que en esta organización criminal existen ciertas semejanzas con el mundo de las empresas. ¿O no lo ha notado? ¿Acaso nunca ha usado esta frase: “Le voy a hacer una oferta que no podrá rechazar”? Esa combinación de palabras, empleada por vendedores en todo el mundo, es de don Vito Corleone. ¿Ya va entendiendo la relación?
Si aún no la capta del todo, un ex mafioso del clan Gambino (una de las cinco familias que dominan el crimen organizado en Estados Unidos) puede explicarle mejor. Se trata de Louis Ferrante, quien pasó ocho años en prisión tras negarse a delatar a sus compañeros de la Cosa Nostra y, después de cumplir su condena, escribió un libro sobre la mafia para empresarios: “Aprenda de la mafia para alcanzar el éxito en su empresa (legal)”. En esta obra, Ferrante indaga en los valores de la mafia que son aplicables en el mundo de las empresas; lo hace a través de 88 lecciones para empleados, mandos intermedios y jefes extraídas de su propia experiencia en sus antiguos “negocios”.
Estas son algunas de las lecciones que nos deja Ferrante en su libro, disponible en versión digital en la web del autor.
Lecciones para empleados
Haga una propuesta que no le puedan rechazar. Cuando un emprendedor pretende ser contratado o vincularse a un proyecto especial, según Ferrante, tiene que mostrar deseo y ambición. Debe mostrarse como una persona que, aunque no tenga un currículum vitae impresionante, está capacitada para resolver problemas de forma práctica.
No termine en el maletero. Ferrante sugiere evitar los rumores, siempre a la orden del día en muchas oficinas del globo. Mantener la boca cerrada es vital para mantenerse con vida (con empleo) y este autor tiene conocimiento de causa para decirlo.
No hable mal de su jefe. En la mafia la cosa era sencilla, si hablabas mal de tu capo te ganabas un castigo. En las empresas bien puede ser igual, pero Ferrante recuerda también un principio básico con esta frase “consigue tu propio café: respeta la cadena de mando sin ser un cretino”.
Motive a su gente. El autor considera que, tanto en el mundo de la mafia como en el de las empresas, hay personas sin visión, que cumplen con lo mínimo y solo lo que les piden. Los líderes juegan un papel clave siendo los motivadores de sus equipos.
Cumpla su palabra. Si lo han contratado para ofrecer un servicio, cúmplalo, sin más. Su palabra es su palabra y su prestigio vale recomendaciones y futuros clientes, por lo que quedar bien –hasta con los clientes más pequeños- es siempre buen negocio. «La mafia tiene un código ético, perverso, pero en el que siempre sabes a qué atenerte y donde la palabra es ley», explica Ferrante.
Respalde a los suyos. Famosos criminales como Al Capone, según Ferrante, tenían muchos defectos, pero también grandes virtudes: una de ellas era respaldar a su gente siendo leales. Un emprendedor que siga este principio ganará respeto y lealtad de vuelta.
Lecciones para jefes
Esconda dinero bajo el colchón. El dinero de la mafia no siempre era bienvenido en los bancos (que ellos mismos asaltaban) por lo que las organizaciones criminales tenían efectivo. En el mundo empresarial, esto se traduce en tener caja, sobre todo en tiempos de crisis bancarias.
Convierta la basura en oro. Los grandes capos son gente astuta, capaz de ver oportunidades en donde otros no. Un empresario de éxito debe ser igual. Ferrante cuenta que muchos ex jefes de la mafia ahora son importantes CEO, porque siguen la tradición de aprovechar las oportunidades.
Tenga cerca a sus enemigos. Sobre la competencia un emprendedor debe saberlo todo. ¿Cuánto vende? ¿Por cuánto lo vende? ¿A quién le vende? Así, podrá tramar estrategias en contra, como si fuese un clan pretendiendo sacudir el negocio de otro grupo.