La compañía se jacta de decir que después de la expresión okey, Coca-Cola es la palabra más reconocida del mundo occidental. Es así que, sin lugar a dudas, esta bebida gaseosa es la número uno del mundo: tiene presencia en 232 países y vende 1.300 millones de productos diariamente, según datos de la web oficial de Coca-Cola. ¿Pero cómo comenzó? ¿Cuál es la historia emprendedora detrás de esta marca global, que se comercializa en Ecuador desde 1940?
La historia de la Coca-Cola comenzó hace más de 100 años, en 1886, cuando el químico farmacéutico estadounidense John Pemberton creó la bebida en la farmacia Jacobs, de la ciudad de Atlanta. La intención de Pemberton era elaborar un remedio que curara el dolor de cabeza y el estrés, pero su mezcla de plantas de coca y semillas de cola resultó en una bebida refrescante que tardó poco en hacerse popular: comenzó vendiéndose por cinco céntimos el vaso en la farmacia donde laboraba su creador y “se vendían nueve vasos al día”, según la web en español de Coca-Cola.
El asesor contable de Pemberton, Frank Robinson, fue quien ideó la marca y diseñó el logotipo con su propia caligrafía, para que luego, en 1891, otro farmacéutico, Asa G. Candler, comprara y registrara la marca por 23.000 dólares, según circula en la red. El nuevo dueño consiguió que en cuatro años la bebida se consumiera poco a poco en todo Estados Unidos y hasta comenzara, en pequeñas medidas, a importarse.
Sin embargo, fue en 1899 cuando la compañía comenzó a aplicar el sistema de mercado que se mantiene vigente hasta la actualidad en sus operaciones: “autorizar a empresas locales a fabricar, distribuir y vender el producto cuyo preparado básico es suministrado por Coca-Cola”, explica la compañía, que fue comprada por el empresario Ernest Woodruff en 1919 y durante su administración se convirtió en sinónimo de la globalización.