“Un producto o un servicio sólo pueden considerarse marcas cuando suscitan un diálogo emocional con el consumidor”. Esta frase, dicha por el diseñador francés Joël Desgrippes, quien fuere el Director de desarrollo internacional del primer grupo de diseño independiente en el mundo “Brandimage – Desgrippes y Laga», abarca un punto importante del branding emocional: Toda marca, para existir, debe involucrarse en los sentimientos de los usuarios.
Compañías como Coca-Cola o Apple se venden mundialmente no precisamente por los productos que ofrecen, sino por la experiencia creada en torno a dichos productos. Es decir, Coca-cola no vende gaseosa, ofrece felicidad; o Apple, quien no vende únicamente productos tecnológicos, sino que brinda la promesa del diseño.
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Empresas de este estilo son los que llegan a crear marcas reconocidas a nivel mundial y que son constantemente asechadas por millones de usuarios, que sin importar los efectos que ocasionen, acuden a ellas por su vinculación emocional.
Si quieres lograr que tu producto se convierta en una marca, el primer paso es enamorar al cliente. A continuación te presentamos algunos consejos de branding emocional brindados por el portal MarketingProfs.
5 pasos para crear branding emocional
Cambia el enfoque. No pienses en el público como meros consumidores; piensan en ellos como personas que tienen anhelos, intereses, gustos e ideas. De esta manera será más fácil dirigirte a ellos, pues atenderás a sus preferencias y personalidad, y por consiguiente, pasarás de vender productos a vender experiencias.
Cuenta una historia. Al igual que los cuentos, que generan en los niños sensaciones de magia y expectativa, el mejor modo de transmitir emociones de un producto o servicio es a través de historias. Estas no solo impactarán al consumidor; también fomentarán el recuerdo del mensaje.
Crea un contenido emocional. El branding emocional trabaja en la parte irracional del consumidor, es decir, sus emociones. Por lo tanto, el componente esencial para que un contenido se haga viral es apelar a esos sentimientos.
Toca los puntos estratégicos. Según el portal, existen determinados «botones calientes» -recogidos por Barry Feig- que se identifican con esos estímulos que incitan a los usuarios a comprar: Por ejemplo, el deseo de control, de pertenencia, de autorealización, etc.
Deja huellas. Una marca debe ser capaz de propiciar una conexión emocional con el usuario hasta el punto de convertirse en un referente. Se debe despertar la afinidad o curiosidad del cliente por la marca. Ahí es cuando verdaderamente conseguiremos instalarnos en su corazón.