Tras un largo juicio que inició hace casi dos años, la familia del fallecido cantante Marvin Gaye ganó en los tribunales de Los Ángeles (Estados Unidos) el juicio contra Robin Thicke y Pharrell Williams, quienes fueron acusados de plagiar el sonido de Got to Give It Up de Gaye en su famoso hit del 2013 Blurred Lines.
Williams y Thicke deberán pagar 7.3 millones de dólares a los herederos del cantante de soul fallecido hace 30 años. El abogado de la familia, Richard Busch, manifestó que también intentará bloquear todas las futuras ventas del tema hasta alcanzar un acuerdo.
«A pesar de que respetamos la justicia, estamos muy decepcionados por el veredicto, que sienta un horrible precedente para la música y la creatividad del futuro», dijeron Williams, Thicke y T.I. en un comunicado. «El tema fue compuesto desde el corazón y la mente de los tres y ningún otro lado. Estamos considerando cuáles son nuestras opciones», señalaron.
En la corte, Busch presentó ante un jurado las pruebas de que ambos cantantes se habían referido a Gaye a la hora de componer la canción. Por ejemplo, Thicke mencionó en varias entrevistas que le había sugerido a Williams que escribiera algo como Got To Give It Up (1977), mientras que Williams dijo que había pretendido ser Gaye mientras la escribía.
En el juicio, además, se presentó a un musicólogo que comprobó que al menos había ocho elementos coincidentes entre ambos temas, entre ellos el uso del teclado, el bajo y la estructura.
Ventas de Blurred Lines
La canción que se encuentra en el álbum homónimo del cantante de R&B, Robin Thicke, fue lanzado el 26 de marzo del 2013.
En total, el hit vendió 4,6 millones de copias en todo el mundo, y tanto Thicke como Williams ingresaron más de cinco millones de dólares cada uno por las ventas del tema; muy aparte de los 5 a 6 millones que se llevó la discográfica Star Trak Entertainment.
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