Una empresa californiana fue colocada en el club de las startups billonarias (de mil millones de dólares) el año pasado tras culminar con una ronda de financiamiento que la valuó en 1.120 millones de dólares. Este emprendimiento se llama Slack, y es creadora de una herramienta de comunicación interna para empresas que pretende reducir el número de correos electrónicos.
Stewart Butterfield, uno de los cofundadores de Flickr y de la compañía de juegos Tiny Speck, es la mente detrás de este negocio cuya aplicación está activa desde el 2013 en fase beta, y desde el año pasado para todo el público.
Pero lo más interesante de esta compañía no es tanto su servicio, sino su crecimiento en el mercado internacional. En el lapso de un año, Slack logró tener una tasación de 1.000 millones de dólares, una valoración similar a lo que pagó Microsoft por Yammer, una herramienta similar.
En abril del 2014, Slack logró 42 millones de dólares con Andreessen Horowitz y Accel Partners, dos de los gigantes del venture capital en Estados Unidos. Más tarde se unieron Google Ventures y Kleiner Perkins con una nueva inyección de 120 millones de dólares en octubre del año pasado. Y finalmente, en abril de este año, la compañía anunció otra inyección de 160 millones.
Sin duda, un crecimiento económico bastante exuberante para un compañía que fue creada en el 2013. Pero también una gran responsabilidad para los fundadores de esta herramienta que ya cuenta con 200.000 usuarios y donde el 98% de ellos renuevan sus contratos todos los meses, según Business Insider.
Y la responsabilidad es la correcta administración de sus recursos económicos. Precisamente ese tema lo trató Butterfield en una entrevista para el New York Times, donde manifestó que la empresa no tiene un “uso inmediato para ese dinero”, más bien esos 160 millones de dólares se quedan en el banco para “imprevistos” en caso de que haya un empeoramiento de las circunstancias para acceder a esta financiación.
En este caso, todos se preguntarán qué sentido tiene el dinero recibido por los fondos de inversión. Pues bien, Butterfield respondió lo siguiente: «Sería imprudente no aceptarlo cuando está ofrecido en unos términos favorables».
Slack App
En cuanto a la aplicación en sí, esta herramienta fue creada por Butterfield, Eric Costello, Cal Henderson y Serguei Mourachov. Se trata de un chat corporativo que unifica todas las comunicaciones en una sola app, ofreciendo integración de servicios como Google Docs, Dropbox, GitHub, Twitter, Grashlytics, ZenDesk, Wufoo, Nagios, Trello, Heroku, Hubot, o Travis, entre otros.
Disponible de forma gratuita para iOS y Android, Slack app también cuenta con planes mensuales (se paga por usuario y mes) que permiten aprovechar mucho mejor la potencialidad de esta aplicación multiplataforma.
Sin embargo, Slack no sólo integra diversos canales de comunicación, sino que también logra tener el historial, usuarios y equipos de trabajo en una misma app.