Dicen que el que no arriesga no gana y arriesgar es el día a día de los emprendedores. Y como toda vida arriesgada, la del emprendedor también implica una serie de sacrificios que pueden o no dar su fruto a la larga pero que, por lo pronto, si se quiere crecer profesionalmente, tienen que hacerse. A continuación una lista con cinco cosas cuyo sacrificio considera inherente a la condición de emprendedor y te las describimos en este artículo.
Estabilidad: La comodidad que confiere una estabilidad de cualquier tipo no es algo que pueda alargarse mucho en el tiempo en la vida de un emprendedor. Para comenzar un negocio se necesita, sobre todo, tiempo y dinero, así que si tu trabajo actual no te permite desarrollar tu proyecto quizá tendrás que sacrificarlo, y con él, tu sueldo.
La separación entre trabajo y vida privada: Emprendedor se es las 24 horas del día, por lo que una vez embarcado en la aventura del emprendimiento, separar tu vida profesional de tu vida privada será complicado. Cuando el negocio es tuyo la preocupación por él cambia radicalmente. Desconectar será más complicado y al ser el jefe siempre deberás atender a todo.
Ingresos: Como comentábamos en el primer punto, el de la estabilidad, tendrás que sacrificar tus ingresos. Al principio verás cómo el dinero vuela y no vuelve, pero poco a poco el esfuerzo y el sacrificio se verán recompensados. Hay que ser constante y arriesgar con cabeza. Un buen plan de marketing será importante para dar los primeros pasos.
Sueño: Descansar es muy importante, ya que tu rendimiento será a menudo proporcional a tu cansancio. Las noches en vela, los madrugones y la sensación de que al día le faltan horas son dos cosas a las que tendrás que acostumbrarte si eres emprendedor. La clave está en saber organizarse y repartir el tiempo de forma efectiva. Ten paciencia.
Comodidad: Cuando te conviertes en emprendedor pasas a ser tu propio jefe y eso tiene una consecuencia principal: la mayor responsabilidad en la empresa recae sobre ti. Tendrás que tomar una gran cantidad de decisiones diarias y arriesgar. La comodidad de dejarse el trabajo en la oficina se termina en el mismo momento en que emprendes.
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