El mundo de la telefonía celular podría dar un giro radical con la noticia que hoy se dio a conocer: Microsoft compró Nokia, o al menos, la división de desarrollo de teléfonos celulares de esta compañía finlandesa, por un costo total de 7.200 millones de dólares. Este movimiento se especula como vital en las intenciones de la compañía fundada por Bill Gates de alcanzar a las gigantes que dominan el mercado de los smartphones: Google, con toda su gama Android, y Apple, con su competitivo iPhone.
El acuerdo en el que firmó la compra de Nokia por parte de Microsoft, señala CNN, espera ser cerrado el primer trimestre de 2014, porque aún debe ser aprobado por las autoridades regulatorias y los accionistas de la firma finlandesa, aunque ya han emitido un comunicado corporativo, en el que indican que «después de pensar en alternativas para maximizar las ganancias de los inversionistas, creemos que esta transacción es el mejor camino hacia adelante para Nokia y sus inversionistas».
Pero como es un hecho que Microsoft compró Nokia, se espera un nuevo impulso del sistema operativo móvil Windows Phone, en el que las dos empresas han trabajado en conjunto desde 2011, esgrimiendo a los teléfonos de la gama Lumia como buques insignia de sus operaciones. Además de una serie de nuevas patentes, la empresa creadora de Windows adquiere el control del segundo mayor fabricante de teléfonos móviles en el mundo, que sin embargo, en el campo de los smartphones tiene números irrelevantes frente al iPhone, el Galaxy S4 e incluso el Moto X de Google.
¿Pero sin telefonía celular, a qué se dedicará Nokia? El comunicado institucional lo deja claro: «Tras la transacción, Nokia planea enfocarse en tres negocios en los que es líder: NSN, infraestructura y servicios; HERE, mapas y localización y Tecnologías avanzadas, donde lidera en el desarrollo de licencias».