El Ice Bucket Challenge (o desafío del balde de agua fría, en español) es una campaña de ayuda social que se ha vuelto tendencia alrededor del mundo, en especial gracias al sinnúmero de celebridades que se han unido a esta causa.
El fin de esta campaña es recaudar fondos para impulsar la investigación sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa de las neuronas motoras del cuerpo. Y para ello se ha valido de una estrategia que, aunque divertida, en el fondo tiene su razón de ser: lanzarse una cubeta con agua helada para sentir lo que los pacientes con ELA viven a diario.
Entre críticas y aplausos, el Ice Bucket Challenge no solo ha sido una buena estrategia de recaudación de fondos para la ALS Association -organización que promueve la ayuda para esta enfermedad-. También se ha convertido en un buen ejemplo de marketing para las empresas, en especial con lo referente al posicionamiento de la marca.
Y las cifras lo corroboran: según Univisión, el reto ha permitido que la ALS Association recaude 22.9 millones de dólares (hasta el martes 20 de agosto) para atender a enfermos con este mal. Así mismo, ha sumado 453,210 nuevos contribuyentes a la organización. (Leer también: Valores que el consumidor exige a una marca).
Debido al gran impacto que ha generado esta campaña, el portal de marketing y publicidad Merca 2.0 ha enumerado cuatro aprendizajes que el Ice Bucket Challenge deja para las empresas en cuanto a estrategias de mercadeo. A continuación te las presentamos.
¿Qué podemos aprender del Ice Bucket Challenge?
El Ice Bucket Challenge consiste en filmar el reto de lanzarse agua helada y luego colgar el vídeo en Internet. Quien lo realiza, donará 10 dólares para la causa y puede desafiar a tres personas más para que lo cumplan en las próximas 24 horas. De lo contrario, deberán donar 100 dólares.
Esto nos enseña que:
El usuario es el mejor medio de amplificación. Mientras más gente interactúe con la causa (o un producto en el caso de las empresas), mayor alcance logrará. El hecho de retar a más gente ha lanzarse el balde de agua fría permite que tanto el reto como las donaciones se amplifiquen de una manera natural y entre amigos. A parte de que no resulta intrusivo para el objetivo al que se quiere llegar, que son los donadores cautivos.
Las redes sociales son un canal que te permite concretar la acción. La campaña se ha difundido únicamente por redes sociales, lo que ha permitido que cualquier persona alrededor del mundo conozca sobre la causa e interactúe en ella. Incluso, también ha permitido que los donadores ubiquen las asociaciones a las que puede realizar su aportación en línea. (Leer también: Consejos para potenciar sus redes sociales).
Ha sumado grandes “embajadores de causa”. Como indica el portal, uno de los elementos clave de la popularidad de este movimiento es que grandes celebridades se han sumado al mismo, convirtiéndose en “embajadores de causa”. Por lo tanto, motivan a otros usuarios a participar en el desafío.
La diversión puede capitalizarse. Como ya mencionamos, lanzarse un balde de agua fría -aunque implique un mensaje de fondo- es una acción que resulta divertido de ver y experimentar. Aquí radica el principal éxito de la campaña, puesto que ha logrado capitalizar un momento divertido para promocionar una causa social .