Si administras tu propio negocio se te hará familiar esta situación: un cliente te llama, toca tu puerta o te envía un mail solicitando tus servicios. Tu corazón se hunde. Pero no de alegría, sino de hastío: odias trabajar con este tipo. Por la razón que sea -paga poco, paga tarde, es pesadísimo, no sabe lo que quiere, siempre cuestiona lo que haces- lo cierto es que no quieres atender a este cliente nunca más. ¿Qué hacer?
Como buen emprendedor ecuatoriano que eres, sabes que no puedes simplemente decirle que no lo soportas. ¿Qué le dirías? Recuerda, por supuesto, que manejando un emprendimiento a veces puedes darte el lujo de rechazar a un comprador, pero de ninguna manera puedes permitir que este hable mal de tu atención, resultaría fatal. ¿Y entonces?
Minda Zetlin, autora especializada en negocios, sugiere una estrategia que, según ella, le ha resultado infalible: aumentar el precio del servicio que quiere este cliente a más de lo que estaría dispuesto a pagar. Ojo, que la experta señala que no es de hacerlo así nada más. Hay toda una estrategia para deshacerse de un mal cliente detrás, que se resume en cuatro pasos:
- Investiga tu nuevo precio. Como estás a punto de subir tu precio dramáticamente, quizás al doble o más, necesitas una buena razón para hacerlo. Encontrarás cientos: puede ser que mires a tu alrededor y encuentres que tus competidores cobran más caro, o que tu materia prima ha subido… Encuentra la razón más justificada.
- Anuncia tu nuevo precio. Puede que se te haga complicado revelar tu nuevo precio sin tartamudear, así que si puedes anúncialo de una manera en que el cliente no vea que te sonrojas (tienes el teléfono, el email…). Siempre existe la posibilidad de que el comprador odioso acepte la cifra astronómica que le planteaste. Si te pasa, pues bien por ti.
- Ofrece una alternativa. Si tienes un amigo que crees podría encargarse del mal cliente, recomiéndalo. Tu amigo siempre agradecerá que le envíes recomendados. Si no conoces a nadie, haz una pequeña investigación. El cliente odioso intentará menos negociar si le ofreces una alternativa.
- Deja tu puerta abierta. Por más odioso que sea, nunca sabes qué pasará en el futuro. Cada vez que te deshagas de un comprador odioso, hazlo en buenos términos, intentando que se sienta bien con irse a otro lado.