Una maestra reveló que su hijo de 12 años burló a un sistema automatizado que evalúa las tareas y pruebas en línea.
La educación de la nueva normalidad en la que vivimos trae nuevos desafíos tanto a los educadores como a los educandos, ya que es uno de los ámbitos que más afectó la pandemia.
El sistema educativo se vio en la obligación de instaurar nuevos mecanismos, nuevas modalidades que se estandarizaron por el distanciamiento social.
Las clases virtuales no tienen raíz desde la crisis sanitaria del Covid-19, pero esta hizo que se usara esta mecánica de manera mundial.
Implementar mecanismos de una manera imprevista la mayoría de veces puede traer inconvenientes, ya que la magnitud de los desafíos son elevados, especialmente cuando una máquina procura reemplazar el criterio humano.
Las herramientas automáticas que usan algoritmos para corregir las tareas y exámenes en línea de los centros educativos con enseñanza virtual permiten que los estudiantes utilicen técnicas para engañarlos y obtener las calificaciones más altas al solamente introducir palabras clave al final de la respuesta, sin realmente aprender nada.
Y eso quedó en evidencia recientemente, cuando un estudiante consiguió engañar a un algoritmo que corrige exámenes online.
De 0 a 100 puntos
esta historia tiene como protagonista a una maestra de historia en la Universidad de Riverside (Estados Unidos), su hijo de 12 años que asiste a séptimo grado, y una empresa que desarrolla un algoritmo que se utiliza en algunas instituciones de enseñanza para corregir tareas y pruebas.
La empresa Edgenuity es una empresa estadounidense especializada en soluciones para el sector educativo, entre las que se incluye una herramienta que a través de un algoritmo es capaz de evaluar pruebas escritas de forma automática.
My kid started Jr. High last week. He couldn’t stop talking about how much he loved his History teacher.
— Dana Simmons (@DanaJSimmons) September 1, 2020
This afternoon we found him in tears, overcome by stress and self-doubt. His grade for his first short answer homework: 50/100.
…It was graded by an @EdgenuityInc algorithm.
Según cuenta Dana Simmons en su cuenta de Twitter cómo su hijo Lazare, de 12 años, fue evaluado por el algoritmo de Edgnuity en una tarea de respuestas cortas de la asignatura de Historia en la secundaria.
Todo comenzó cuando su hijo obtuvo una calificación de 50 sobre 100 en un examen de respuestas cortas, precisamente de historia.
En primer lugar, probaron a rellenar respuestas largas simplemente siguiendo el modelo de otras preguntas de la prueba. Esta técnica les permitió obtener notas de 80 puntos sobre 100.
Más tarde descubrieron que el sistema es engañado por completo cuando se introducen “todas las palabras clave posibles”.
En concreto, el estudiante escribió oraciones completas seguida de una lista de términos relacionados a la asignatura. En esos casos, la tecnología de Edgnuity entregó la calificación más alta, 100.
«Pasó de suspenso a sobresaliente sin aprender nada», ha asegurado Simmons.
Tras la revelación de esta maestra en evidente defensa del criterio humano en la evaluación de los alumnos, la empresa que desarrolla el algoritmo apareció también en Twitter para ofrecer su postura. “Edgenuity no utiliza algoritmos para sustituir la evaluación que realizan los profesores, sino solamente para asistirlos con las calificaciones”, señalaron.
“Los docentes tienen la posibilidad de aceptar o modificar las notas sugeridas”, añadieron, asegurando que “las pruebas nunca son evaluadas por una inteligencia artificial y que las notas de los estudiantes nunca están determinadas por esa tecnología”.
Teachers, for your students’ sake: I get it, teaching online is overwhelming and you can’t do it all. _Please_, use the algorithm to track their learning. But don’t post to them as if it’s a measure of their performance. It’s more destructive than you know.
— Dana Simmons (@DanaJSimmons) September 1, 2020
De acuerdo a la fuente, más de 20.000 escuelas en Estados Unidos usan actualmente la plataforma de Edgenuity, según el sitio web de la compañía, incluidos 20 de los 25 distritos escolares más grandes del país. Otros estudiantes, además del hijo de Simmons, encontraron formas similares para hacer trampa.
Fuente: Conectados Concordia